En las elevadas tierras de Los Altos de Jalisco, donde se ubica la destilería La Alteña, tiene su hogar el tequila El Tesoro, una marca con 80 años de tradición, galardonada y de corte artesanal, cuyo relanzamiento está próximo.
Anteriormente conocido como El Tesoro de Don Felipe, debido a su fundador, el legendario tequilero Don Felipe Camarena, hoy son Carlos Camarena, Maestro Destilador y su hermana menor y Maestra de Operaciones, Jenny Camarena, quienes están a cargo de evolucionar este legado.
El legado del tequila El Tesoro
En entrevista con PLAYERS of Life, fue precisamente Jenny Camarena quien habló del legado familiar de una marca como tequila El Tesoro, destacando que la primera palabra ligada al tema es “orgullo a nivel familiar, de industria y a nivel México”, pues llevar la bandera de su bebida nacional durante tres generaciones y poder darle una voz más fuerte, “llena de emoción”.
“Nos toca no simplemente mantenerlo, sino continuarlo y hacerlo crecer más”, compartió Jenny.
Por su parte, Randy McCann, Director General de Beam Suntory México, así como César Dorantes, Director de Marketing de la empresa propietaria de la marca, incidieron en que la gran importancia de este destilado “es la tradición y la resiliencia que se ha visto en estos 80 años, que es un secreto a voces que ha estado creciendo y que ha hecho boom en Estados Unidos”.
Resaltando que es un sueño cumplido de la familia Camarena y para Beam Suntory, a pesar de que El Tesoro compite en un mercado difícil, que ha tenido sus altos y bajos.
La historia a escribir
Y ante este legado, pero con la mira puesta en impulsar su trascendencia, los tres entrevistados coinciden en que el objetivo a seguir en conjunto es darle la voz que se merece a El Tesoro, llevándolo a los puntos de venta en donde merece estar, por su gama.
Subrayaron que se trata de una marca que ha ganado muchos premios y esas medallas han permitido que este producto, de capacidad limitada, “sea una marca tan buena que se acaba”.
¿Qué es la tahona, técnica con que se elabora?
El encanto de esta marca, comparte Jenny Camarena, reside en pilares sólidos como la tahona, la técnica que se utiliza para la maceración y extracción del agave, pues el tequila El Tesoro es de las pocas marcas que la implementan al 100 por ciento.
Jenny detalla que para la producción del tequila, hay cinco pasos clave a seguir, cocer el agave, extraerlo, fermentarlo, destilarlo y madurarlo. Las distinciones entre una marca y la otra, dice, “son en cómo lo haces”.
Según detalló, el agave se cuece mediante cocción lenta, siendo para su extracción que se utiliza la tahona.
Para explicar esta técnica, Jenny recurrió a una analogía, comparándolo con “una salsa mexicana, que con los mismos ingredientes la haces en la licuadora o en el molcajete”.
“¿Qué sucede en la tahona? Tú estás macerando los ingredientes, el agave cocido; la tahona es una piedra de dos toneladas, redonda, piedra volcánica, se está constantemente machacando, apretando esas fibras para liberar el jugo, todo está en una misma fosa y todo ese tiempo se tiene interacción directa con la fibra, con la pulpa, con la piel del agave”, por lo que no se separan los minerales.
De acuerdo con Jenny Camarena, esto se traduce en que “hay más capas, influencias e intensidad de los sabores, mejores aromas y texturas que hay que cuidar en el resto del proceso”.
Jenny señala que la técnica de la tahona, “eficiente y fácil, no es, pero creemos que vale la pena, a cambio del líquido que servimos en cada copa”.
La esencia de El Tesoro
En ese sentido, los tres entrevistados recalcan que la esencia del tequila El Tesoro es su autenticidad, que su proceso se hace artesanalmente para que el líquido final cuente la historia de cómo fue el paso a paso, sin cortar caminos, sin tomar atajos, simplemente dejando que el proceso hable por sí mismo
“Y como bebida espirituosa, es que puedes identificar perfectamente cada parte del proceso, con una visita a la destilería”, detalla Jenny.
¿Qué viene para el tequila?
Las tres etiquetas que ofrece El Tesoro, con su relanzamiento, buscan cautivar a los aficionados, a las degustaciones auténticas y a los coleccionistas, presentando una diversidad de botellas elaboradas con esmero por hábiles artesanos locales.
El Tesoro Blanco, sin añejar, captura la esencia pura del agave, conteniendo aromas frescos de agave, miel y toques sutiles de aceituna, que ofrecen una experiencia suave y equilibrada.
El Tesoro Reposado, con un reposo de entre nueve y once meses en barricas de ex-bourbon, revela un ahumado sutil acompañado de toques frutales, vainilla y eneldo en su aroma.
Finalmente, con una complejidad única y tras madurar de dos a tres años, El Tesoro Añejo, de apariencia dorada, presenta notas florales de jazmín, madera suave y agave cocido en su aroma.
La intención, con estas etiquetas, es que “en una copa, en un trago, conozcan de lo que somos capaces”, dice Jenny.
“Es momento de regresarle la voz y de recordarle al mundo y de enseñarle a las generaciones nuevas lo que la familia Camarena y La Alteña saben hacer… este tequila es un arte, El Tesoro es el arte del tequila y ese es el mensaje que queremos dar“, aseguran por su parte César y Randy.
Coincidiendo los tres en que la historia a escribir es la de “un tequila que va al tequilero, a la gente que entiende qué es un buen tequila y que sabe la historia de 80 años de este buen tequila”.
