Como Agua Para Chocolate, la icónica novela de Laura Esquivel, regresó este 2024 como serie de streaming en la plataforma Max (antes HBO). Producida por Salma Hayek, revive la pasión entre ‘Tita’ y ‘Pedro’, mientras coloca a Piedras Negras, Coahuila, en el mapa como el escenario principal de esta historia. Aquí te contamos cómo es la tierra que vio el romance de sus protagonistas.
Así es Piedras Negras, la tierra de Como Agua Para Chocolate
Ubicada en el noreste de México, a orillas del Río Bravo, Piedras Negras es un destino lleno de encanto y tradición. Para llegar, puedes volar al Aeropuerto Internacional de Piedras Negras, que conecta con vuelos nacionales e internacionales.
Atractivos turísticos en Piedras Negras
Piedras Negras combina historia, cultura y naturaleza en un solo lugar. El Parque Lineal Río Bravo es ideal para disfrutar de caminatas o paseos en bicicleta mientras contemplas las vistas del río y de Eagle Pass, Texas.
La Plaza de las Culturas, con sus monumentales réplicas prehispánicas, te invita a sumergirte en el legado cultural de México. Además, no puedes dejar de visitar el Museo de la Frontera Norte y el icónico Hotel del Ferrocarril, donde las historias de la Revolución y la llegada del ferrocarril cobran vida.
Conocida como la tierra de Como Agua Para Chocolate, esta ciudad es más que un telón de fondo para la famosa novela de Laura Esquivel. Piedras Negras captura la esencia de la narrativa con su autenticidad y riqueza cultural.
Aquí, la tradición culinaria y la calidez de su gente complementan el entorno histórico que Salma Hayek retrata en la reciente adaptación para Max. Visitar este lugar es adentrarse en el corazón de la historia, disfrutando de un viaje que mezcla la magia de la literatura con el encanto del México fronterizo.
¿Dónde se gravó la nueva serie de Como Agua Para Chocolate?
Aunque la historia de Como Agua Para Chocolate se sitúa en Piedras Negras, Coahuila, la producción de la nueva serie optó por grabar en Tlaxcala. Gran parte de las escenas cobran vida en antiguas haciendas que evocan el México de principios del siglo XX, siendo la Hacienda San Nicolás El Grande la principal locación. Esta elección resalta la riqueza arquitectónica de Tlaxcala mientras mantiene la esencia visual de la narrativa de Laura Esquivel.