María de los Ángeles Tricio Haro reconoce que la educación es el mecanismo más ágil para incrementar la calidad de vida de las futuras generaciones, especialmente de las que se encuentran en condiciones vulnerables.
Con base en esta premisa nació el Instituto Eduardo Tricio Gómez, derivado de la fundación homónima y que es encabezado por la misma María de los Ángeles, su Directora General y Presidenta.
El Instituto está ubicado sobre la carretera Torreón-La Partida, en el kilómetro 6+100 hacia el Ejido El Perú, lo que le permite incidir directa y positivamente en 25 comunidades ejidales.
Este ciclo escolar 2024-2025, 391 alumnos se han matriculado para recibir su educación primaria en el Instituto, además de 170 estudiantes más que han ingresado al nivel secundaria.
La particularidad del Instituto es que cada niño y niña que ingresa a él recibe una beca al 100%, y se les brinda un acompañamiento que involucra tanto a los padres y madres de familia como al personal docente.
Además, se complementa con desayuno y comida diaria y gratuita, así como con diversas actividades extracurriculares.
Pilares del futuro
Ingresar al Instituto Eduardo Tricio Gómez, sea como estudiante, docente o padre de familia, es un reto motivador desde la primera impresión.
Cada una de las paredes del recinto muestra frases que invitan al desarrollo individual, pero también a soñar en colectivo.
“Creemos fuertemente en los valores, en los principios y así lo hemos permeado”, dice al respecto Maryángeles Tricio Haro, puntualizando que, desde su óptica, esta área formativa del alumno puede representar hasta el 50% de las contribuciones del Instituto.
Como recinto educativo, forma parte de la supervisión escolar, dándole completa validez como escuela ante la SEP; sin embargo, sus horarios son más extensos, así como los beneficios que se ofrecen al formar parte de él.
Maryángeles, con honor, reconoce que, aunque la historia del Instituto Eduardo Tricio Gómez es relativamente joven, pues abrió sus puertas para el ciclo escolar 2015-2016, su trascendencia es innegable y se ha logrado en conjunto.
La base de su modelo educativo se sustenta en la Red de Escuelas SER, cuyo promotor es Eduardo Tricio Haro, hermano de Maryángeles y Presidente del Consejo de Administración de Grupo Lala y Presidente del Consejo del Grupo Industrial Nuplen.
No obstante, toda la familia se involucra activamente en el Instituto, como comparte Maryángeles, aportando su tiempo y esfuerzo en actividades que van desde lo administrativo y financiero, hasta el diseño de menús alimenticios o lo correspondiente a las actividades con que obtienen fondos y la realización de su servicio social como suma a sus objetivos.
“Tratamos de que esto vaya a otra generación y creo que lo hemos logrado”, considera Maryángeles sobre el involucramiento familiar.
Para lograrlo, desde su nacimiento y en cada uno de los 36 elementos que conforman su planta docente, se impulsa un modelo conocido como “EDUCAR”, el cual tiene como pilares: la Excelencia, la Disciplina, la Unión, la Constancia, el Aprendizaje y el Respeto.
Todo, entendiendo que su principal misión es contribuir a formar seres humanos independientes, integrales y resolutivos.
“Nuestro corazón son los maestros, pero nuestra razón de ser son los niños”, exclama Maryángeles, con orgullo, mientras recorre las aulas del Instituto.
‘Como en Disneylandia’
Cada inicio de ciclo escolar, el Instituto Eduardo Tricio Gómez recibe hasta 150 solicitudes de ingreso, de las cuales se aceptan entre 66 a 68, quedando registrados el resto de los menores en una lista de espera.
Para garantizar la equidad de oportunidades, todos los solicitantes participan en un sorteo como único factor que determina o no su incorporación. Pero, una vez dentro, el nivel de compromiso es diferente y único.
Cada uno de los nuevos estudiantes, así como sus padres y madres de familia, y personal del Instituto, firman una carta de compromisos, la cual garantiza el cumplimiento a las reglas básicas que contribuyan con su excelencia académica.
“Hay cuatro cosas muy importantes: asistir al colegio, cumplir con tareas, acudir a la Escuela para Padres y comprometerse a leer, diariamente, 25 minutos, con los pequeños”.
María de los Ángeles Tricio Haro, Directora General y Presidenta del Instituto Eduardo Tricio Gómez.
Pese a ello, entre los alumnos la responsabilidad se respira con gran ánimo y en cada uno de los espacios del recinto, la paz se ha vuelto una singularidad.
“Los alumnos están muy contentos. Hay alumnos que nos dicen: ‘yo me siento en Disneylandia’”, cuenta la profesora Guadalupe, quien acompaña los esfuerzos de la Fundación Eduardo Tricio Gómez, como Directora de Primaria en el espacio educativo.
Alcances e impacto
En sus inicios, al Instituto solo llegaban menores de edad de puntos muy cercanos, como de La Partida o El Perú, pero actualmente ya se cuenta con ingresos de Coyote, de El Cambio, de Solima o de La Paz, impacto en alrededor de 25 comunidades ejidales, según indica Maryángeles.
Académicamente, sus horarios son de 7:30 a 16:00 horas, siguiendo los planes oficiales de la SEP, pero dedicando 100 minutos diarios a las asignaturas de matemáticas y de español.
Los alumnos tienen prácticas diarias de gimnasia matemática y cálculo mental, realizan actividades extracurriculares como futbol, baloncesto o baile folclórico, y desayunan y toman su comida, sin costo alguno, cada jornada que acuden a clases.
Estas oportunidades se han abierto gracias a la participación activa de distintas empresas de la Región Lagunera, como Grupo Lala, que aporta lo correspondiente a un vaso de leche por niño para cada día, entre otros hombres y mujeres de negocios con un corazón altruista.
“El apoyo de la sociedad de Torreón ha sido muy generoso con nosotros”, subraya Maryángeles.
Adicionalmente, la Presidenta de la Fundación Eduardo Tricio Gómez, reconoce el enorme apoyo que recibe de cada uno de los padres y madres de los pequeños estudiantes, pues prácticamente se han apropiado y han hecho suyos los esfuerzos del Instituto.
“Tengo papás sumamente comprometidos, pero también alumnos con muchas ganas de salir adelante, que es lo más maravilloso”.
“(Es) lo que añoramos, que desde hoy, estos niños tengan un mejor futuro”.
María de los Ángeles Tricio Haro, Directora General y Presidenta del Instituto Eduardo Tricio Gómez.