José Luis Meza Villarreal, más conocido como Pepe Meza, es un nombre que resuena en el ámbito financiero de la Comarca Lagunera y a nivel nacional.
Con más de treinta años de experiencia en la banca, Pepe Meza ha sido un testigo privilegiado de la evolución del sector bancario en México, dejando su huella en instituciones de renombre como Confía, Citibank, Scotiabank, Actinver y GBM (Grupo Bursátil Mexicano).
Su carrera lo ha llevado a completar un círculo de experiencia en las tres grandes áreas de la banca: consumo, empresarial y patrimonial.
La base del éxito para José Luis Meza
El camino de Pepe Meza comenzó con una sólida formación académica. Estudió Contaduría Pública en el Tecnológico de Monterrey, gracias al apoyo de sus padres, quienes le brindaron la oportunidad de formarse en una de las mejores universidades del país.
“Fue una grandísima oportunidad que me dieron mis papás”, comenta Pepe Meza, reconociendo que este primer paso fue fundamental para lo que vendría después.
Más adelante, obtuvo una Maestría en Administración de Empresas y participó en varios programas ejecutivos en el IPADE Business School, manteniéndose en constante actualización en un mundo financiero cada vez más complejo.
“No he dejado de prepararme hasta el día de hoy”, añade, subrayando la importancia del aprendizaje continuo en su carrera.
El primer gran reto en la carrera de Pepe Meza ocurrió justo al terminar sus estudios, cuando planeaba incorporarse al negocio ganadero de su familia en Torreón.
Sin embargo, debido a un acuerdo familiar, Pepe Meza se encontró inesperadamente en busca de empleo.
Finalmente, su oportunidad llegó cuando el banco Confía, parte del Grupo Ábaco, lo invitó a incorporarse a su equipo en Torreón. “Así empieza mi vida de banquero, como ejecutivo de cuenta”, relata.
De allí, su carrera tomó un ritmo ascendente. Fue promovido a gerente y luego a director regional, cubriendo las regiones de Coahuila y Durango.
A lo largo de nueve años, Pepe Meza consolidó su experiencia en la banca de consumo, un área clave en la operación bancaria.
Más tarde, en el año 2001, regresó brevemente al negocio familiar, especializándose en la producción agrícola y ganadera, hasta que Scotiabank lo invitó a sumergirse nuevamente al mundo de las finanzas.
Meza Villarreal tuvo un rol significativo en este banco: creó el área agroalimentaria a nivel nacional, uniendo sus conocimientos del sector ganadero con su experiencia bancaria.
La experiencia de Pepe Meza en las tres grandes áreas de la banca lo distingue de otros banqueros de la región.
“Completo mi círculo de banquero con la banca patrimonial y privada”, comenta con orgullo. Esto le ha permitido atender a clientes de manera integral, desde el nivel más operativo hasta el más estratégico.
Conocimiento y actitud
Para Pepe Meza, la clave del éxito no radica solo en la preparación académica, sino también en la actitud con la que se enfrenta el día a día.
“La actitud de servicio es fundamental”, afirma, subrayando que no basta con ser competente; también es necesario tener una genuina disposición para ayudar a los demás.
En su caso, esto se ha traducido en un enfoque cercano y personalizado con sus clientes, quienes ven en él a un asesor confiable y experimentado.
Pepe Meza, con un gran sentido humano, comparte que él no llama “a esto trabajo, yo le llamo diversión”, dejando en claro que su vocación es la banca.
Fuera de la oficina, es un hombre activo y disciplinado. Ha corrido 23 maratones y practicó futbol americano con los Borregos del Tecnológico de Monterrey.
Estas actividades han ayudado a Pepe Meza a desarrollar una mentalidad resiliente y enfocada en objetivos a largo plazo.
Pepe Meza: Visor de oportunidades
En la actualidad, Pepe Meza reconoce que el entorno económico y geopolítico presenta retos significativos, desde la guerra en Ucrania hasta las tensiones entre Estados Unidos y China.
No obstante, también ve oportunidades en medio de la incertidumbre.
“De retos surgen oportunidades”, asegura, convencido de que la confianza es el principal activo que los banqueros deben ofrecer a sus clientes en tiempos de crisis y que, para él, su responsabilidad como banquero va más allá de las cifras: se trata de guiar a las personas en momentos en que, definitivamente, necesitan seguridad.