La mayoría de los empresarios conoce la importancia de llevar y revisar estados financieros dentro de su organización, así como de tener control basado en presupuestos. Sin embargo, la tendencia más palpable dentro de las empresas es a realizar ajustes posteriores a la ejecución y derivado del resultado como acción correctiva, y pocas empresas tienen una cultura preventiva y de planeación.
¿Cómo lograr finanzas sanas en mi empresa? Hay 3 fases principales que hay que considerar:
1.- PLANEACIÓN Es común pensar que planear las finanzas de la empresa es realizar un presupuesto. Si bien es parte de, hay un paso previo que es la planeación financiera y fiscal. ¿Cómo se diferencian? La planeación financiera tiene un enfoque macro, donde dependiendo de los objetivos que se buscarán para el siguiente año, se debe de analizar la situación actual de la empresa y los recursos necesarios para operar y lograr estos objetivos.
Posterior a este análisis se define como se planean obtener esos recursos, ya sea que en la proyección el mismo flujo sea suficiente o si habrá necesidades de financiamiento, capital de inversión u otros. Con estos lineamientos, la planeación financiera y fiscal se aterriza a detalle por cuenta contable en un presupuesto, el cual nos marcará la pauta en la operación.
Es común pensar que planear las finanzas de la empresa es realizar un presupuesto. Si bien es parte de, hay un paso previo que es la planeación financiera y fiscal. ¿Cómo se diferencian? La planeación financiera tiene un enfoque macro, donde dependiendo de los objetivos que se buscarán para el siguiente año, se debe de analizar la situación actual de la empresa y los recursos necesarios para operar y lograr estos objetivos.
Posterior a este análisis se define como se planean obtener esos recursos, ya sea que en la proyección el mismo flujo sea suficiente o si habrá necesidades de financiamiento, capital de inversión u otros. Con estos lineamientos, la planeación financiera y fiscal se aterriza a detalle por cuenta contable en un presupuesto, el cual nos marcará la pauta en la operación.
2.- EJECUCIÓN
La ejecución y cumplimiento al presupuesto es responsabilidad de todos en el día a día. La manera de operar, políticas y disciplina que mantenga el departamento de compras, así como las demás áreas en apegarse al presupuesto, dictará en una buena parte que se pueda lograr el resultado esperado. (Siempre y cuando los ingresos se cumplan) En este punto es importante tener claridad de las responsabilidades de cada quien, así como una revisión periódica, como mínimo mensual del cumplimiento al presupuesto.
3.- RESULTADOS
Finalmente, el resultado se ve reflejado en los estados financieros, y el ideal es que sea analizado a través de razones financieras. En este momento es importante tomar decisiones informadas y realistas para realizar los ajustes necesarios al presupuesto que lleven a ser cada vez más rentables.
Al seguir la secuencia de las fases se empieza a migrar de una cultura de reacción hacia una cultura de prevención y planeación.