Es viernes y las clases en línea han terminado para Iveth Camila Ortiz Ramírez, una niña de 12 años que acaba de pasar a secundaria en medio de este tiempo, hasta cierto punto incierto.
Toma su laptop, su “mesita” y su banco, y junto a su madre se dirigen a la casa de sus abuelos en el ejido Albia.
Albia es una localidad del municipio de Torreón, que poco a poco se ha ido uniendo a Torreón hasta formar parte de la Zona Metropolitana de La Laguna.
Unos 25 minutos más tarde, Cami llega y por el megáfono anuncia que permanecerá viernes, sábado y domingo en el ejido para registrar de forma gratuita a los adultos mayores de la localidad.
Un largo tramo ha sucedido en esta historia hasta el punto en el que Albia se posicionó a nivel nacional como tema en tendencia. Esto gracias al entusiasmo y la vocación de servicio de una niña que se convirtió en la esperanza de los adultos mayores de ejido Albia de protegerse ante el Covid-19.
De paso, también se convirtió en una “Servidora de la Nación” voluntaria y seguramente la más joven.
Esta fue nuestra charla con ella.
UN ESPERADO Y CONFUSO REGISTRO
Al tanto de los comunicados de las autoridades, Camila logró registrar a sus abuelos en los primeros días del lanzamiento de la convocatoria.
Los saltos de alegría no se hicieron esperar y en ese momento llegó a su mente la idea: “tengo que ayudar a los del ejido Albia”.
Su madre, Brenda Ramírez Vázquez, cuenta que para ese momento los adultos mayores estaban “olvidados”.
“En Albia hay dos Café Internet y no había quien los guiara (…) hay muchos adultos mayores que no cuentan con celular o con Internet. Ella me dijo ‘cómo ves mamá, ¿me llevo mi computadora, mi mesita y mi banquito para registrarlos allá´. Lo anunció por las redes sociales y por los megáfonos citaba a los adultos mayores”.
Para sorpresa de Brenda Ramírez, muchos adultos acudieron.
“Cuando iban con ella pensaban que era la doctora, le decían ´doctora traigo un poco de gripa, moco, ¿así me puede vacunar? ´ Ella les indicaba que solo estaba registrando y que tendrían que esperar los avisos de las autoridades para la aplicación de la vacuna”.
UNA META CLARA
Tras el registro se presentó otro reto, el trasladar a los adultos mayores hasta los centros de vacunación de Torreón.
En esta ocasión Brenda Ramírez comenzaría a tocar puerta para cumplir con el ahora propósito comunitario de proteger a su propia gente.
Así fue como otras tres personas de Albia se unieron a la causa.
“Hubo un donador que se llama Daniel Rivera, el comisariado ejidal también donó y faltaban mil 300. Contactamos a un joven que se llama Raúl Castañeda y que está en Estados Unidos.
Por redes sociales le conté lo que estaba haciendo mi hija y que la gente no tenía recursos para pagar”.
Castañeda también se unió, para que “nadie de sus abuelitos de Albia pagara”.
El segundo camión lo donó la lagunera Cristy Romero, que en estos momentos reside en España.
A esta labor se le conjunto la de Cami contactando a Cintia Cuevas Sánchez, coordinadora de programas para el Desarrollo Social del Instituto del Bienestar.
Finalmente, el lunes 5 de abril llegó la niña de 12 años al Coliseo Centenario con los primeros 70 adultos mayores.
LA INQUIETUD DE SERVIR A LOS DEMÁS
Para Brenda Ramírez ha sido una sorpresa satisfactoria ver lo que la inquietud de Camila ha provocado.
“Yo la veo muy entusiasmada, ahorita que la estoy escuchando hablar me sorprende cómo tenía estrategias de hacer cosas”, cuenta.
Para la Dra. Cami esto aún no termina, ahora su propósito es seguir apoyando en otros ejidos de la región a que se cumpla el objetivo de vacunar y proteger a la mayoría población.
La vacuna para tu edad apenas está en fase de estudio, ¿qué te motivó a promover su aplicación en los adultos mayores?
C: Pues como ya están grandes, se les van deteriorando sus fuerzas y pues a los niños como nosotros todavía no nos da muy fuerte. Creo que ellos los necesitan más.
¿Qué es lo que veías que te preocupaba?
C: Que se enfermaban y las complicaciones que tenían.
¿Qué quieres estudiar?
C: Quiero estudiar Medicina en especialidad de Pediatría. Cuando yo nací, no recuerdo, pero dicen que era muy enfermiza y de hecho tengo un pediatra (Dr. Mario Cruz) que a las 4-5 de la mañana que yo me enfermaba, le marcaban, me llevaban al hospital y él siempre atendía. Por eso quiero ser Pedíatra.
¿Cómo ves el futuro al que te vas a enfrentar?
C: Creo que vienen más pandemias, más enfermedades y más peligrosas que las que nos están tocando ahorita; pero sé que voy a ayudar a muchos niños.
¿Cómo crees que nos podríamos preparar?
C: Ya teniendo normalizado todo lo que nos está sucediendo ahorita, que puede suceder en cualquier momento de nuestras vidas. Un día podemos estar tranquilos y al otro día ya nos van avisar que estamos en pandemia global.
Si ahorita pensarás en alguna tecnología médica que fuera revolucionaria, ¿qué te gustaría que hiciera?
C: Como en una película que los niños a pesar de tener enfermedades muy brutales, había como una cama, se recostaban como 10 minutos y estaban sanos.
(Elysium, 2013)
¿A quién admiras?
C: Me gustaría conocer a Selena Gómez o al grupo coreano Black Pink.
“Hay que ayudar a los adultos mayores porque un día fueron niños y ellos se preocuparon por sus abuelos y nosotros un día vamos a ser padres y abuelos”.
Iveth Camila Ortiz Ramírez