Estoy segura de estar viviendo en el ojo del huracán, en un gran cambio de era. Lo que está ocurriendo ahora saldrá en los libros de historia (si siguen existiendo) como la generación que se replanteó el valor del trabajo.
Lo mejor (o peor) de todo: nos está ocurriendo en tiempo real y no nos estamos dando cuenta. Es normal. Es como haber vivido en la Inglaterra de la Revolución Industrial y no ver lo que pasó hasta una o dos generaciones después. Son tiempos de nuevos esquemas de pensamiento, y eso lo hace todo más complejo.
Lo que está ocurriendo no se parece a nada que conozcamos
Por primera vez en nuestra historia, “algo no humano” está siendo capaz de generar ideas creativas, nuevas, desde cero. Por primera vez desde que apareció la economía de conocimiento, “más y mejores ideas” no es sinónimo de valor.
Por primera vez desde que la economía liberal nos hizo a todos responsables de nuestra comunicación y su impacto en nuestros resultados (vende mejor y ganarás más), el nivel de ruido que existe hace sentir que el silencio puede ser una gran aportación.
Hoy, como consultora de comunicación para marcas con mucha inteligencia natural, sé que una sola cosa es la que debe ocupar a las mentes creativas: ¿Qué es lo más valioso que puedo hacer por otros? Esa es la pregunta clave.
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La forma, los tiempos, los precios o los detalles de un producto o servicio son cada vez más irrelevantes si no comunican abierta y contundentemente su valor. ¿Qué tienes para transformar la vida de alguien más?
Hoy me encanta reafirmar una idea: cuando una marca (personal o comercial) tiene claro su valor, la forma de los servicios es secundaria. En medio de tanto ruido, fórmulas, embudos, campañas masivas, redes sociales, lanzamientos… la clave no está en cómo se llama lo que vendes, sino en qué es lo que tienes para otros.
Te comparto algo que suelo decirles a mis clientes que llegan preguntándome cuál es la mejor forma de comunicar todos sus servicios y multitalentos: El lío mental de tus múltiples ideas es algo que les da igual a tus clientes, ellos sólo quieren saber qué puedes hacer por ellos.
Hacernos esta pregunta ahora, al entrar a 2024, es más pertinente que nunca: estoy convencida que este es un año clave que diferenciará de forma drástica a quienes tengan claro su valor y quienes le sigan dando vueltas.
Se acabó el tiempo para ser tibios en la comunicación
Las posibilidades que hoy tiene una máquina “inteligente” de reemplazar a alguien que no tiene claro su valor y, por tanto, es incapaz de comunicarlo, son altísimas. Hoy es tiempo de tener claro el valor de lo que haces y crear un mundo en torno a ese valor. Qué se vende, cuánto cuesta y qué forma tiene es algo que se dará de forma natural.
El reto de comunicación es más grande que nunca: hoy no se trata de hablar, vender o predicar, se trata de construir un mundo en torno a tu marca, uno donde tus clientes quieran vivir.
*Diana Torres, CEO de Grupo Punto
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