El 23 de noviembre de 2016, el Chapecoense, club brasileño de futbol, festejaba su clasificación histórica a la final de la Copa Sudamericana, una gran hazaña para el humilde equipo fundado en 1973 y que en 2009 estaba en cuarta división, pero en 2014, con esfuerzo y perseverancia, logró llegar a Serie “A”, la liga más importante del balompié carioca.
En su primera aparición en un torneo internacional, sorpresivamente llegaban hasta la final, enfrentando al poderoso Atlético Nacional de Medellín, Colombia. El entrenador del Chapecoense, Caio Junior, en conferencia de prensa emocionado dijo “Si muriera ahora, moriría feliz”. El primer partido sería en Colombia el 30 de noviembre. Chapecoense nunca llegaría a la cita.
El 28 de noviembre, directiva y equipo junto con periodistas brasileños, viajarían a Medellín por la aerolínea boliviana, Lamia, pero ya en el aeropuerto de Sao Paulo, la Agencia Aeronáutica de Brasil no permitió el vuelo, pues según sus leyes, una aeronave de Bolivia no puede volar directamente a otra nación desde Brasil. Tuvieron que desplazarse entonces en avión comercial a Santa Cruz , Bolivia, para poder abordar el chárter previamente contratado.
El incidente no afectó el ánimo del grupo, estaban cerca de hacer historia y levantar un importante título internacional. Tiago da Rocha, delantero de 22 años, estaba doblemente motivado, días antes se había enterado que sería padre por primera vez. Las emociones estaban a flor de piel. Cleber Santana, el experimentado capitán del equipo, enviaba a través de su cuenta de Instagram un conmovedor mensaje para su esposa: “En cuantas vidas viva, en todas te amaré”.
El piloto del avión, antes del vuelo, publicó en su Facebook el siguiente mensaje: “¿Hacia dónde miras en tu vida? ¿Atrás o adelante? Que el Señor te de la gracia de soltar las cosas, aun aquellas que consideras preciosas en esta vida, y te permita mirar hacia adelante, donde está cristo esperándote para un encuentro glorioso que te abrirá las puertas de la eternidad”Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Cleber Santana ❤❤👼 (@cleberzete88) el 28 de Nov de 2016 a las 3:51 PST
Faltando solo 17 kilómetros para llegar a la pista de Medellín, el avión no alcanzó la altitud necesaria para pasar una montaña llamada Cerro Gordo, posteriormente se dijo que la aeronave no tenía combustible suficiente. Terminó estrellándose, muriendo 71 personas. Solo hubo seis sobrevivientes, entre ellos el periodista Rafael Henzel, quien luego moriría de manera inesperada en 2019, a causa de un infarto, mientras jugaba un partido de fútbol con amigos, a los 45 años.
Tres años después del lamentable accidente, el Club Chapecoense recibió otro duro golpe, descendió a segunda división otra vez en noviembre, pareciera que ese mes se ensaña con la institución. Pero es un club acostumbrado a levantarse una y otra vez, es ejemplo de tenacidad, orgullo propio. Al momento de perder, la directiva inmediatamente publicó en su cuenta de Twitter, “El momento es difícil, pero todo pasa. Unidos regresaremos”. Actualmente están a punto de lograrlo, son líderes en la Serie B, con esa mentalidad triunfadora, seguramente lo conseguirán.
Estamos viviendo tiempos muy complicados, esta pandemia nos está llevando al límite, la gente está deseosa de regresar a su vida normal, de sentirse libre en diversos aspectos, sin embargo, debemos tranquilizarnos, hay que respetar las medidas preventivas, alinearnos a lo que exige la autoridad, recordemos, “El momento es difícil, pero todo pasa”