Como una auténtica cátedra sobre comercio, es la mejor manera de describir nuestro encuentro con Eduardo Murra, actual Presidente del Consejo de Grupo Cimaco, quien a sus 74 años de edad se encuentra más involucrado y activo que nunca, no solamente en lo que sucede en la tienda departamental, sino en la vida empresarial de la Comarca Lagunera. Fue en la famosa sucursal de Cimaco Hidalgo, un lugar que se caracteriza por sus luces cálidas y techos cortos, que nuestro invitado nos abrió las puertas de la oficina de su padre, Don Elías Murra Marcos, para charlar sobre la economía de la región, su amor por las finanzas y por supuesto, compartirnos el legado de la tienda departamental más famosa de La Laguna.
Antes de comenzar su historia en Cimaco, ¿qué hacía Eduardo Murra?
Cuando terminé mi carrera en Administración de Negocios en el Tec de Monterrey en Monterrey, hice una Maestría en Menudeo en la Universidad de Nueva York. Posteriormente mi papá me mandó a Crédito y Cobranza precisamente en esta oficina, sin embargo a los quince días, por azares del destino, comencé mis labores como Gerente del Hotel Elvira, ahora Palacio Real, puesto en el que estuve de agosto a diciembre de 1964.
También formó parte activa de la industria automotriz.
Estuve 14 años en el negocio automotriz en la agencia Chrysler de Automotriz Lagunera, hoy conocida como Autolasa, me tocó inaugurar incluso el edificio de Blvd. Independencia. Disfruté mucho vender, el 80% de mi tiempo lo dedicaba a esta actividad, conoces a muchas personas y después hasta te buscan para comprarte coches. A fin de cuentas separaron los negocios mi papá y sus hermanos, mi tío Juan se quedó con Automotriz Lagunera y yo me vine a Cimaco.
Su padre, Don Elías Murra, le dejó un gran legado.
En 1992 nos repartió los negocios a los cuatro hermanos, yo quedé como socio mayoritario en Cimaco y mis hermanos en las agencias automotrices y en Papelera del Norte. Fui Director General de Cimaco de 1987 a 2014, año que entró mi hijo Alfredo al relevo.
¿En qué momento detona Cimaco como referente en la región?
Mi hermano Fernando convirtió Cimaco en tienda departamental hace 30 años al añadir ropa y calzado, y en 1981 se construyó el Centro de Distribución, éste nos permitió desahogar las bodegas de aquí (Cimaco Hidalgo) y ampliar el piso de venta para la tienda departamental. La gente empezó a sentir confianza por comprar, recuerdan con cariño que mi tío Jacobo Murra atendía personalmente a muchos clientes y eso generó una empatía muy grande. Como decían: “si eres lagunero, algo tienes que deberle a Cimaco”.
¿Cuál es la presencia de Cimaco en nuestro país?
En Ciudad Juárez fue nuestra primera sucursal foránea, abrimos en 1986, en 2007 iniciamos en Saltillo y en 2013 nos establecimos en Mazatlán.
Háblenos sobre Plaza Cuatro Caminos, ¿cómo surgió la idea?
Sentíamos que la tienda ya quedaba chica para la región y no nos dábamos abasto con los clientes, por otro lado, ya habíamos ido comprando esos terrenos en Cuatro Caminos. Al ser un terreno grande, te estoy hablando de 26 mil 500 metros, surgió la idea de hacer un centro comercial; así un 2 de mayo del 2000 comenzamos a sacar la tierra para construir los sótanos y finalmente el 27 de noviembre del 2001 quedó inaugurado.
A 15 años de vida, ¿qué destacaría de la plaza comercial?
Que cada vez tiene más éxito y más circulación de vehículos, día con día lo visitan más personas. Estimamos que en la actualidad asiste un aproximado de 450 mil personas mensuales, lo cual nos abre la posibilidad de ampliarla hacia el estacionamiento al aire libre en un futuro cercano. Además me gustaría compartir con ustedes que para celebrar el 15 aniversario estaremos sorteando una Ford Escape 2016 y contaremos con un concierto de la Camerata de Coahuila en el atrio.
¿Cuál ha sido la clave del éxito de esta gran empresa lagunera?
La seriedad en el trato con los proveedores y nuestros clientes, cumplidos en nuestros pagos y honestos con nuestras publicidades, hemos aprendido a respetar tratos y palabra. Estamos muy agradecidos con los laguneros que nos vienen a comprar de toda la región, desde San Pedro a Cuencamé. A este paso espero que sigamos siendo una tienda importante en La Laguna. Además, las nuevas generaciones lo vienen haciendo muy bien.
¿Cuál es su opinión del comercio en La Laguna?
Es muy amplio, hay mucha oferta de todo tipo de tiendas y seguramente en el futuro va a seguir creciendo. El día que nuestra región se desarrolle más económicamente, seguirán llegando tiendas, la apertura económica de hace algunos años nos permitió la entrada a comercios extranjeros, situación positiva para el consumidor en México.
¿Cuáles son sus aficiones?
Me gusta trabajar, podría trabajar menos pero es una actividad que disfruto mucho. Todos los lunes por la noche juego dominó y los domingos juego 9 hoyos de golf, además me gusta estar muy atento de lo
que sucede en México y el mundo en el ámbito financiero.
Fuera de Cimaco, ¿qué otros puestos ha desempeñado?
He tenido el honor de haber sido siete años Presidente del Consejo del Tec de Monterrey, logramos construir en ese tiempo el edificio para ingeniería y la biblioteca. He sido consejero de Banamex, Bancomer y Bital, mejor conocido hoy en día como HSBC. Actualmente estoy en el Consejo de Scotiabank y durante 17 años fui consejero de SIMAS.
Cimaco como cadena nacional, un sueño.
Sin duda, me gustaría vivir más años para verlo como una cadena más grande de tiendas, compitiendo contra cadenas nacionales.
¿De qué se siente orgulloso?
De todo el personal que labora en Cimaco, y de mis hijos y mi esposa, quien es la encargada del área de restaurantes y panadería, juntos hemos construido una empresa familiar donde trabajamos en armonía. Todos los domingos nos reunimos y comemos en algún restaurante de Cuatro Caminos.