Cuando pensamos en la niñez, automáticamente imaginamos a niños que corren, brincan, juegan y se ríen. Lo cierto es que todas estas características las podemos ver reflejadas en un niño sano, pero, qué sucede con el resto.
Entre las vulnerabilidades a las que las infancias se enfrentan, existe una estadística alarmante y de la que poco se habla. Por cada mil niños que nacen, entre 8 y 12 tienen un padecimiento congénito del corazón, los cuales se posicionan como la segunda causa de muerte en menores de cinco años en México.
El doctor Teo de Jesús fue sensible a esta problemática y al hecho de que los pacientes pequeños, al depender de la determinación de sus padres, requieren de una mayor empatía. Su trayectoria en la cardiología pediátrica estuvo marcada en un inicio por motivos personales, y al día de hoy, el deseo de ayudar es el que lo mueve.
Esto es un poco de su trabajo y del proyecto altruista con el que se encuentra actualmente trabajando de la mano.
UN DIAGNÓSTICO DE CARDIOPATÍA EN LA ACTUALIDAD
De acuerdo al especialista Teo de Jesús, una cardiopatía no es sinónimo de muerte y es algo que constantemente busca enseñarles a los padres de los pequeños pacientes.
Los problemas de las cardiopatías congénitas vienen de nacimiento y se ponen de manifiesto en el momento en el que el niño da el primer llanto de vida. “De tal manera que cuando los pediatras ven que los niños no crecen y no se desarrollan, deben de pensar en la posibilidad de buscar ayuda por un especialista y así descartar problemas cardíacos”, explica el doctor.
En estos momentos es cuando el diagnóstico prenatal se convierte en la mejor forma de lograr un tratamiento temprano y oportuno. “Desde el útero y a partir de la semana número 18 a la 22, especialistas como los perinatólogos y los cardiólogos podemos hacer un diagnóstico en útero de cardiopatías.
LAS CARDIOPATÍAS POST COVID
Hoy en día, después de fenómenos como la pandemia, se han presentado otros casos de cardiopatías adquiridas. “Tenemos otros casos que se han complicado por enfermedades o infecciones por COVID y han presentado alteraciones cardíacas”, afirma.
La prevención en estos pequeños pacientes es posible y se encamina a que en caso de tener una afectación en un segmento del corazón, como las arterias coronarias, se puede accionar desde un cambio de dieta o el tipo de alimentación que tiene.
“Hemos visto que desde la pandemia ha habido un número creciente de niños con hipertensión arterial, dislipidemía, que al final engloban un síndrome metabólico”, explica el doctor Teo de Jesús.
En estos niños con corazones sanos, se puede llegar a accionar antes de que una afección cardíaca se manifieste.
UN GUARDÍAN DE SU SALUD
Cuando un niño enferma, lo único que desea es encontrar aquel profesional que le diga que todo va a estar bien y que no va a volver a sentirse mal.
Son ellos los pacientes que en la mayoría de ocasiones carecen de voz, alguien más habla por ellos y toma las decisiones por ellos.
Siendo empático con esta situación, el doctor Teo de Jesús procura tener siempre en mente proporcionarles la mejor atención a todos los pequeños.
En su consulta, los pequeños encuentran a ese guardián de su salud, con el que a pesar de la situación que estén pasando, pueden aspirar a que hay una solución.
Además de ello, en su atención pone al alcance los dispositivos que hacen que sus pacientes vivan mejor su vida.
“El cateterismo cardíaco y la definición que dan estas imágenes, hacen que existan mejores diagnósticos y tratamientos que reducen la estancia hospitalaria”, recalca.
Esta alternativa destaca también por abaratar los costos y, sobre todo, por ser menos invasiva.
Se habla de que los niños en el pasado podían pasar hasta 15 días en terapia intensiva después de un procedimiento de este tipo. Con el cateterismo es posible que estén de 1 a 3 días solamente.
LA MISIÓN DE SERVICIO
Desde el 2015 el doctor Teo de Jesús comenzó a trabajar de la mano con Gift of Life International, una iniciativa dedicada a curar corazones alrededor del mundo, dando la posibilidad de que cada 99 minutos se realice una cirugía.
Esta primera experiencia lo llevo a encontrarse con un sentido de servicio que hasta el momento no había experimentado.
Fue un año más tarde, en el 2016, cuando en su andar se encontró con Vita Leal Villarreal y su hija Camila. Actualmente Camila tiene 10 años, es el motor en la vida de su madre Vita y la inspiración de la fundación que lleva su nombre.
Camila nació con una cardiopatía llamada trasposición de grandes vasos, un padecimiento que tiene una esperanza de vida muy limitada.
“Hay un par de casos que se han operado, pero se podría decir que dos de 50 se logran. Cuando ves que Camila está viva, es un milagro, es una cardiopatía incompatible con la vida”, cuenta el doctor.
Vita Leal Villarreal, a pesar de contar con los medios, es testimonio de cómo un diagnóstico de este tipo impacta al círculo familiar, a los padres y a los pequeños. Es por ello que desde el 2016, se planteó la misión de que los padres tuvieran la misma bendición de ver la luz que ella ve en los ojos de su hija todos los días.
Tras esta experiencia de la mano de Camila y de ver cómo conjuntando intenciones se puede regresar la vida a un pequeño, el doctor Teo de Jesús comenzó a colaborar de la mano con la Fundación Camila A.C.
Al día de hoy, se puede decir que cinco niños están curados de sus cardiopatías y se espera que, en esta labor, más personas se sigan uniendo.
“En algún momento quisiera tener un Centro de referencia y atender a todos los niños que se puedan” Dr. Teo de Jesús Cardiólogo Pediatra
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