Coconsa Construcciones, empresa fundada en Torreón, Coahuila, en sus 45 años de historia mantiene una trayectoria marcada por proyectos hidráulicos, trabajos de urbanización y especialización en maquinaria pesada.
Su origen se remonta a las primeras obras impulsadas por el ingeniero Donato Gutiérrez, quien señala que la compañía “inició con trabajos de agua potable y alcantarillado, principalmente en poblaciones pequeñas, donde el reto era hacer mucho con muy pocos recursos”.
A lo largo de varias décadas, la empresa consolidó experiencia en infraestructura hidráulica, modernización de redes de agua y proyectos de terracerías.
En ese periodo, el enfoque fue cumplir con especificaciones técnicas y adaptarse a las necesidades de organismos públicos y privados.
Según su fundador, esa etapa temprana permitió “formar un equipo que aprendió a resolver en campo, sin depender de grandes estructuras”.
Nuevas miradas, mismos principios
Con el tiempo, ingresaron nuevas generaciones a la dirección. Alejandro Gutiérrez recuerda que la transición no estuvo exenta de ajustes propios de una empresa familiar, pero que ayudó al orden interno: “Había que definir procesos y roles más claros; la empresa no podía seguir funcionando solo con la experiencia, sino con estructura”.
Bajo su dirección se fortaleció la participación en obra privada, la actualización de maquinaria y la estandarización operativa.
El valor de enfocarse en lo que se hace mejor
Por su parte, Donato Gutiérrez hijo y socio de Coconsa, destaca que uno de los mayores cambios fue adoptar una visión de especialización.
“No buscamos ser los que hacen de todo, sino los que hacen bien ciertos trabajos: movimiento de tierras, urbanización y proyectos donde el control técnico es crítico”.
Esta orientación ha permitido priorizar clientes con mejores condiciones de contratación y reducir la dispersión operativa.
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Orden, método y excelencia como cultura de trabajo
La empresa sostiene que su sistema de gestión ha sido clave para mejorar sus entregas.
Coconsa es actualmente la única constructora en la región con triple certificación ISO 9001 en calidad, 45000 en seguridad y 14000 medio ambiente.
Según la dirección actual, estas certificaciones no se utilizan como elemento comercial principal, sino como guía interna para mantener orden documental, controles de riesgo y supervisión continua en obra; sin embargo, los ha llevado a lograr el Premio Estatal a la Excelencia Operacional por parte del Gobierno del Estado de Coahuila.
Tiempos de cambio
A pesar de la reducción de obra pública en los últimos años, la compañía sostiene actividad en proyectos privados y en colaboraciones con parques industriales y desarrollos habitacionales.
Desde la dirección se describe el entorno actual con cautela. “Hay menos proyectos públicos y más competencia, pero también más oportunidades en obra privada si se mantiene disciplina y especialización”, señala Alejandro Gutiérrez.
De cara al futuro, la empresa busca reforzar su permanencia generacional a través de procesos formales, capacitación interna y una operación más estandarizada.
Para Donato Gutiérrez hijo, “una empresa familiar no se sostiene solo por tradición; se sostiene por orden, especialización y resultados medibles”. Esta visión es la que ahora se impregna en Coconsa por la segunda generación.
Medio siglo de obras que dejan huella
Con una plantilla cercana a 100 colaboradores, Coconsa considera que su ventaja competitiva seguirá siendo la experiencia acumulada en campo, la operación eficiente de maquinaria y la continuidad de procedimientos que permitan estabilidad a largo plazo.
La estrategia compartida por sus directivos es mantener un crecimiento moderado, priorizando la consistencia sobre la expansión acelerada.
Coconsa ha desarrollado obras estratégicas en estados como Coahuila, Durango, Nuevo León, Chihuahua y San Luis Potosí, entre ellas la Presa del Tigre, plantas de tratamiento, colectores pluviales y sistemas integrales de agua potable y alcantarillado.
Destaca también su participación en las obras del Parque Solar Villanueva, la planta fotovoltaica más grande de América, donde su experiencia en movimiento de tierras fue clave para preparar el terreno de un proyecto que hoy abastece energía limpia a más de un millón de hogares en México.
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