Como director general, Alfredo Murra Farrús equilibra el peso histórico de Cimaco con su propio estilo de liderazgo, para mantener a la compañía como un referente del retail.
Hace 112 años, Torreón fue elevada al rango de ciudad y, en casi 95 de esos años, se ha visto acompañada por Compañía Comercial Cimaco, cuyo nombre tiene un eco distintivo a nivel regional, pero también en una considerable extensión del norte de México.
Cimaco, empresa con tradición
Líder en retail, Cimaco ha acompañado el crecimiento de la ciudad y de La Laguna, por igual, con un enfoque tan detallado como vanguardista, en línea con la visión de sus fundadores: don Carlos Issa Marcos y su sobrino don Elías Murra Marcos.
Justo en la oficina original de don Elías, que guarda arraigados recuerdos de una forma prácticamente intacta, Alfredo Murra Farrús, actual director general, rememora que, desde sus orígenes, Cimaco se centró en escuchar y adentrarse a fondo en el mercado.
Por ello, aquel establecimiento que abrió sus puertas como Laguna Radio Company el 1 de septiembre de 1930, rápidamente abordó la necesidad de diversificar su oferta, dando nacimiento también al nombre actual de la empresa: Cimaco, cuya causa, comparte Murra Farrús con singularidad, hace referencia al acrónimo de don Carlos Issa Marcos y Compañía.
Tanto don Carlos como don Elías, a pesar de haber partido de este plano, viven en cada uno de los pasillos de la cadena, tal cual lo hace el propio don Eduardo Murra Marcos, padre de Alfredo, actual presidente ejecutivo del Consejo de Administración y quien no deja de aportar su aguda visión de los negocios para fortalecer a la compañía.
De don Eduardo, Alfredo Murra Farrús es claro al admirar su entrega y su constancia, además de reconocer el aprendizaje único que le heredó para hacer negocios, siempre escuchando a todos.
“Me ha enseñado a escuchar a todas las partes, a todas las personas, a no tomar una decisión o realizar un juicio siendo parcial, sino a ser muy equitativos”.
Alfredo Murra Farrús, Director General de Cimaco.
Y en sintonía con ello, ya en su propio despacho de director general, determina con certeza que los logros actuales y venideros de Cimaco se han tenido en equipo, pero también con su correspondiente estilo para llevar a cabo los cambios que demanda el mercado.
Así, bajo su dirección, implementó un novedoso sistema para el control de talla y color en los SKU’s (Stock Keeping Unit) de la ropa que comercializan, así como la utilización de un software de administración de los Centros de Distribución (CEDIS), conocido como WMS.
Adicional a ello, y a fortalecer sus operaciones en línea, lidera la ejecución de dos proyectos logísticos de gran calado solo en el último año, como la ampliación y modernización de su actual CEDIS de mercancías generales, ubicado en el Parque Industrial “Carlos Herrera Araluce”, en Gómez Palacio.
Además de la planeación, construcción y puesta en operación de un CEDIS para todo lo relacionado con sus restaurantes, tiendas gourmet, tiendas de vinos y panaderías, cerca de Plaza Cuatro Caminos.
Pilares hacia el centenario
Para Murra Farrús, conocedor del legado que construye en su familia y en sus clientes, la educación en casa y su fuerte fe, son pilares de su actuar diario.
Con cariño y gran responsabilidad, recorre las oficinas centrales de Cimaco Hidalgo valorando la resiliencia, paciencia y empatía que le han dejado como lecciones su cargo.
Sin distinciones, su atención es pulcra con clientes, colaboradores y ex colaboradores de la compañía, al tiempo que detalla que el distintivo de Cimaco, es sin duda el servicio, la agilidad para implementar cambios, su oferta gastronómica, sus precios competitivos y un sistema de ventas a crédito accesible y humano.
Como líder, es también gentil consigo mismo para fortalecer su carácter.
“Hay que tener siempre la habilidad de medirse y autocriticarse como cliente externo. La atención a las tendencias de consumo, a nuevos productos y a una constante evolución”.
Alfredo Murra Farrús, Director General de Cimaco.
Desde los cinco años de edad, recuerda, sus visitas a la compañía eran más que frecuentes. Hoy, en camino al primer centenario de la empresa, por cumplirse en el 2030, el sentido de la misma es, a la par, un propósito personal de vida para él.
“El trabajo y la honestidad son muy valiosos”, señala mientras hojea los libros de aniversario de Cimaco, encaminado a seguirse consolidando como un referente del comercio, más allá del ámbito regional.
