La intervención que el mundo digital ha tenido en nuestra vida cotidiana es innegable: hábitos, tiempos, pasatiempos y trabajos hoy son producto de nuestro consumo digital, pero poco hemos revisado el impacto que ha tenido nuestra cartera. ¿Gastamos hoy más que nuestros padres que no tenían acceso permanente a internet? La respuesta es SÍ. El consumo digital ha sumado un gasto fijo a nuestro control financiero: vida digital.
Revisemos 5 acciones clave que nos pueden dar luz sobre cómo podemos hacer del mundo digital un aliado a nuestras finanzas:
Revisa el tiempo que dedicas a tu teléfono celular y en qué aplicaciones. Así como lo primero a revisar en nuestros gastos son aquellos llamados “hormiga”, nuestro tiempo también tiene “tareas hormiga” que no aportan valor ni generan un capital a nuestro trabajo pero consumen demasiado tiempo; sí, las redes sociales son el primer consumo digital en México ¡y en horario productivo!
Sincroniza tu computadora de escritorio con tu celular y almacena tus archivos de trabajo más comunes en la nube. Tener acceso a tus principales archivos en todo momento te permitirá aprovechar “tiempos muertos” y revisar, autorizar o afinar documentos mientras esperas en una fila, a que te atiendan una llamada o a que te reciban en una cita. La división de tareas y documentos entre móvil y escritorio puede repercutir en la productividad al tener dos entornos de trabajo diferenciados. Para este fin es importante que consideres que compatibilidad entre sistemas operativos de tus dispositivos de escritorio y móviles, puede ser la clave en el ahorro de mucho tiempo.
Aprovecha tu celular y olvídate de todos los pretextos que has puesto para no tener un control diario de gastos. Genera una hoja de cálculo organizada por categorías de gastos y cárgala a tus documentos móviles para que hagas un hábito en registrar en ese documento todo gasto que hagas y sea más fácil asegurarte de tomar nota de cada café o botella de agua que compres.
Revisa todas tus suscripciones digitales a aplicaciones, plataformas y servicios de contenido. Haz una lista de todas ellas y luego organízalas en función del uso que les das, te aseguro que encontrarás que estás pagando una suscripción a algún servicio que hace meses no usas y entre vas sumando pequeños cargos mensuales de $99 pesos puedes acumular una importante suma que está yendo directamente a la basura. Respecto a suscripciones, valora la opción de migrar a paquetes empresariales donde por una sola cuota, varios colaboradores puedan tener acceso a los servicios, suelen ser más caras en monto pero más productivas en su aprovechamiento.
Revisa la configuración de tus planes de datos móviles, planes de internet o servicios digitales y asegúrate de tener contratado el plan que realmente cubre tus consumos. Comprar un paquete de servicios “barato” pensando que consumirás menos datos u horas de contenido es como comprarte un pantalón una talla menor “porque voy a adelgazar”. Los datos, minutos de llamadas, o minutos de contenido adicionales al consumo incluido en los contratos iniciales suelen estar tarifados muy por encima del costo en paquete, por lo que ese afán de creer que consumirás menos, terminará saliendo más caro.
Comienza por voltear a ver tus hábitos digitales y seguro encontrarás áreas opacas en tu control financiero. ¿Se te ocurre alguna otra acción para tomar control financiero digital? Cuéntame en redes sociales.
Diana Cecilia Torres Álvarez
Especialista en Estrategia de Comunicación, Innovación
y Plataformas Digitales | Fundadora y directora de Grupo Punto.
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