Los años que tuvo la oportunidad de trabajar en Silicon Valley fue lo que sirvió de guía para iniciar con Inflection Point, un proyecto enfocado a crear soluciones tecnológicas.
En su visión, la calidad de los productos y herramientas que ofrecen a sus clientes es igual de importante que la experiencia de las personas que forman parte de su empresa, pues es lo que incentiva su poder creativo. Carlos Montemayor, el emprendedor detrás de Inflection Point, egresó de la carrera de Ingeniería en Sistemas Electrónicos del Tec de Monterrey y tras estudios de posgrado en la Universidad de Stanford y Francia, tuvo la experiencia de trabajar en Silicon Valley, en California, donde aprendió algo muy importante: para incentivar la innovación es indispensable tener una cultura organizacional que propicie la creatividad.
“Arrancamos en 2003, éramos cinco fundadores. La idea cuando iniciamos el negocio fue hacerlo más amplio que soluciones móviles, queríamos hacer todo tipo de soluciones tecnológicas. Nuestro objetivo desde un principio es crear una compañía diferente en muchos aspectos, queremos crear una cultura diferente basada en mi experiencia trabajando en Sillicon Valley. Toda la parte de innovación pero también la organizacional desde cómo tratar a la gente, cómo motivarlos, darles confianza hasta permitirles participar en las decisiones de negocio. Queríamos crecer de una manera ordenada, con calidad y de muy alto valor agregado. Nosotros no vamos a competir por ser los más baratos, vamos a competir por ser los mejores al agregar más valor”, dice Carlos Montemayor, CEO y fundador de esta empresa.
Inflection Point es una compañía única en varios aspectos en el mercado mexicano. El aspecto número uno es que su enfoque es global, trabajan en el mercado norteamericano y europeo, buscan ofrecer lo último en tecnología e innovación.
Por otro lado, la cultura que han adoptado es primoridial para elevar la calidad de sus servicios: Great Place to Work de 2011 al 2017 de forma consecutiva, es de las pocas empresas en México que tienen un nap room, para que sus empleados puedan ir a tomar siestas si así lo desean, tienen la certificación de Working Mom y fueron nominados al Entrepreneur Of The Year 2017 en Maryland, Estados Unidos.
“La cultura de trabajo para nosotros es algo básico, nuestro objetivo es darle a nuestra gente importancia e involucrarlos en el crecimiento del negocio. Pero en el proceso de establecer esa cultura y confianza con el equipo lo que hicimos fue eliminar barreras, manejamos un sistema horizontal y con mucha comunicación. La parte cultural tiene mucho impacto en nuestro rendimiento con los clientes, la motivación del equipo y la felicidad de venir a trabajar se refleja en la productividad”, afirma el CEO.