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julio 3, 2024

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Talento humano y competencias

Por Adrián Fernando González Zambrano | Director general del Campus Saltillo del Tecnológico de Monterrey

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La realidad actual de cada industria es diferente y se encuentra en constante cambio. Un suceso o decisión puede modificar las necesidades y restringir el acceso a recursos, según sean necesarios. Sin duda, uno de ellos, de los más escasos, en cualquier industria hoy en día es el talento humano de calidad.

En años recientes se ha hablado de diferencias en las expectativas de los empleados según su disciplina, su generación o incluso su cultura con respecto a perfiles en años anteriores.

Este cambio se ha visto reflejado en rotación, evaluaciones de desempeño e incluso, en nuevas necesidades de planes de desarrollo.

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Analizando a detalle los comentarios de los principales empleadores sobre perfiles de recién egresados, se habla de una preparación académica que, a veces, no empata por completo con la práctica necesaria en diferentes ambientes.

Lo anterior ha resultado en una evolución de las necesidades de un modelo educativo pasando de aprendizaje teórico a aprendizaje basado en competencias.

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Poniendo un ejemplo claro sobre lo anterior, es diferente impartir una clase de negociaciones multiculturales y evaluar el desempeño de un alumno con un examen teórico sobre cómo se lleva a cabo el proceso de negociación contra una evaluación de la competencia donde se demuestre en la práctica que el alumno sabe cómo negociar efectivamente.

Esta evolución ha implicado una investigación sobre las principales competencias por carrera necesarias en el mundo de forma que se puedan definir en programas académicos, tanto a nivel disciplinar como a nivel transversal.

Modelo educativo TEC21

Además, se han cambiado las formas de evaluar a través de evidencias que demuestren el cumplimiento de cada competencia al nivel requerido para acreditar una unidad de formación.

Por último, también se han tenido que incorporar experiencias vivenciales y prácticas a los planes de estudios para aprender, en ambientes reales y simulados, sobre cada uno de los conceptos requeridos como pueden ser estancias en empresas o pasantías de investigación, especialidades relevantes e incluso retos a resolver para empresas incorporando los conceptos estudiados y practicados. 

Todo lo anterior resume la esencia del nuevo modelo educativo TEC21, implementado en el sistema del Tecnológico de Monterrey, que gradúa su primera generación de este plan de estudios a partir de junio del presente año.

Sin duda, el ecosistema de educación está enfocado en el desarrollo de talento y es por eso que su compromiso es trabajar en conjunto con los empleadores para diseñar las mejores estrategias para la óptima preparación de futuras generaciones.

Si necesitamos egresados con más experiencias prácticas y vivenciales debemos vivir en una sinergia de corresponsabilidad con la industria para lograr garantizar ese perfil.

La clave está en desarrollar relaciones ganar-ganar donde la institución gradúa a perfiles mejor preparados, las empresas reciben talento que se desarrolla en su sistema más fácilmente y los alumnos descubren, a través de estas experiencias, lo que en realidad les apasiona para su desarrollo profesional desde sus estudios.

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