Fotos por Alejandro Almaraz
Desde 1985, la familia Aguirre ha sido sinónimo de sabor y hospitalidad. Hoy, Hacienda Los Compadres honra ese legado con una propuesta gastronómica que combina tradición, autenticidad y una atención al detalle que se vive desde el primer bocado.

En el corazón del norte, Hacienda Los Compadres se levanta como un homenaje vivo a la cocina mexicana auténtica. Con raíces que se remontan a 1985, esta propuesta de la familia Aguirre ofrece una experiencia culinaria completa, en un espacio que recuerda a las casonas del México profundo, pero con una ejecución moderna y sofisticada.

Cada rincón de la hacienda está pensado para celebrar el detalle: desde los desayunos con identidad hasta los cortes y platillos más representativos de la región. Juan Antonio Aguirre Destenave, heredero de esta tradición, nos recibió con una selección inolvidable: rib eye de 800 g, cortadillo norteño, tacos de perejil y unas espectaculares carnitas de chicharrón.

La recomendación imperdible: el tapado de cabrito, suave y jugoso, perfecto con un mezcal de jamaica o un clamato. Para cerrar, una horchata helada. Porque en Hacienda Los Compadres, el sabor se transforma en experiencia.


