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mayo 5, 2024

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Narda Dávila: Arquitectura orgánica

La arquitecta Narda Dávila Acosta tiene muy presente el propósito de su empresa: hacer realidad los sueños de sus clientes.

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La arquitecta Narda Dávila Acosta tiene muy presente el propósito de su empresa: hacer realidad los sueños de sus clientes mediante sus proyectos.

Lidera un equipo compuesto por proveedores, arquitectos y constructores, guiándolos con destreza hacia los objetivos mediante una actitud positiva y una comunicación efectiva entre ellos.

“Mi parte creativa e intuitiva entra en acción cuando se trata de solucionar un problema; he aprendido a ser más flexible, a encontrar soluciones, a buscar cómo sí se puede llegar a materializar ese sueño”, aseguró.

Planos de vida según Narda Dávila

El amor por la arquitectura se remonta a su infancia, influenciada en gran medida por su padre, quien la llevaba a obras y construcciones industriales. Graduada del Tecnológico de Monterrey y de The University of Queensland en Australia, la arquitecta reveló su pasión por las matemáticas, el dibujo y la pintura, habilidades que considera clave para su carrera.

Además, cuenta con una maestría en Valuación Inmobiliaria de la Universidad Autónoma de Coahuila.

“Recuerdo que mis primeros proyectos incluyeron unas oficinas para una nave industrial, una casa para un amigo y diversas remodelaciones. Con el tiempo, surgió la oportunidad de diseñar una casa en un terreno más extenso, lo que me permitió proponer un patio central y jardines circundantes. Fue entonces cuando pude explorar la conexión con los espacios exteriores”, aseguró.

El estilo de los diseños de Narda Dávila ha ganado relevancia en el panorama arquitectónico de la ciudad gracias al equilibrio entre la armonía, el paisajismo y la utilidad.

“Considero que la estética y la funcionalidad no deben ser excluyentes. Ambas se complementan y forman un conjunto. La funcionalidad sostiene la estética, anclando la realidad tangible desde la imaginación, la creatividad y lo intuitivo”, afirmó.

La arquitecta y emprendedora mencionó que ella crea el contenedor, el recipiente donde suceden las cosas; el escenario desde el cual se pueden apreciar lo estético, lo subjetivo, lo intangible, como un atardecer, un jardín o la lluvia, desde la comodidad y protección de una terraza, sala o estudio.

Me siento cómoda trabajando con cualquier tipo de proyecto que nos permita desarrollar espacios de conexión con la naturaleza, y cuando digo naturaleza no me refiero exclusivamente al tema de vegetación, ya que nosotros también somos naturaleza, entonces cualquier espacio que también te invite a ir adentro, a la reflexión, al disfrute son el tipo de proyectos que más me interesa diseñar.

Innovación y atención

La líder de Narda Dávila Arquitectura mencionó que una función crucial es ser guías para los clientes.

Hacemos sugerencias y acotamos las opciones, especialmente en propuestas de volúmenes y selección de materiales. Sin embargo, al final, quien va a habitar el espacio es el cliente, y dicho espacio también debe ser funcional de acuerdo a sus necesidades.

Narda reflexionó sobre cómo ha evolucionado la forma en que se diseñaba y construía hace 10, 50 y 100 años. Explicó que ciertas tecnologías permiten visualizar maneras diferentes, algunas más accesibles, para planificar obras con materiales más resistentes, lograr claros más largos, lo que se traduce en espacios más amplios, tener mayor variedad de acabados, transparencias y confort, o en su caso, contar con los medios para que un espacio sea más disfrutable.

Sobre la selección de acabados, Narda agregó que le dan prioridad a los materiales de construcción regionales, a productos que den confort térmico y eficiencia energética, aparte de paneles solares, separación y reutilización de aguas pluviales. 

La arquitectura me ha permitido materializar muchos sueños, me ha dado muchas satisfacciones, también grandes lecciones, ha sido un honor y el privilegio de mi vida poder dedicarme a algo que me apasiona”, concluyó la arquitecta saltillense. 

El proceso creativo en palabras de Narda Dávila 

  1. Iniciamos con una visita al sitio para analizar el contexto, orientación, asoleamiento, vientos, vistas, vegetación y accesibilidad. A partir de ahí, visualizamos el proyecto, determinamos si contará con un jardín central o será una sucesión de espacios conectados, establecemos el hilo conductor y definimos el concepto y las necesidades a abordar.
  2. Creamos un moodboard con imágenes de referencia para orientarnos visualmente y elaboramos bocetos y posibles distribuciones en papel.
  3. Aseguramos una comunicación fluida, basada en la experimentación con un modelo 3D y los planos, para iterar con los clientes y garantizar que la propuesta satisfaga todas sus necesidades. 
  4. Nuestras propuestas buscan un equilibrio entre lo estético y funcional, considerando también aspectos estructurales, ya que nuestra experiencia en construcción nos motiva a que el proyecto sea viable en la realidad. 
  5. Siempre mantenemos la atención en los detalles que contribuyen a que un espacio sea confortable y hermoso”
“Los humanos poseemos la hermosa cualidad de tomar lo que nos rodea y convertirlo en algo bello, en arte; además, contamos con la capacidad de transformar, calcular, planificar y materializar nuestras ideas en proyectos”.

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