Fotos por Alejandro Almaraz |
A través de la empatía y el ejemplo, Martha Dainitin impulsa un liderazgo consciente que promueve empresas éticas, compromiso social y transformación diaria desde Coparmex Joven.
Nació en Saltillo hace 35 años y recuerda que creció entre mostradores y clientes. “Desde chica atendía en el negocio de mi mamá o vendía en el de mi papá, solo para tener mi propio dinero”. Ese contacto temprano con el trabajo moldeó su carácter: curiosa, práctica y determinada. No fue la niña que esperaba a que las cosas pasaran, sino la que preguntaba cómo podía ayudar.
El origen de un impulso
La historia de Martha no se entiende sin la herencia familiar. “Definitivamente es algo que traigo en la sangre; mis dos familias siempre estuvieron involucradas en el comercio”. Esa semilla germinó y dio fruto en una mujer que encontró en la Administración no solo una carrera, sino un lenguaje para entender el mundo. Estudió Administración de Empresas en el Tecnológico de Monterrey y más tarde una maestría en Madrid, donde comprendió que el liderazgo no se improvisa: se construye con visión y propósito.
Una líder muy empática
Hace dos años, Martha se integró a Coparmex por invitación de Natalia Fantini, quien entonces presidía la Comisión de Jóvenes Empresarios. Durante ese periodo, acompañó de cerca su gestión, lo que la llevó a involucrarse profundamente con la misión del organismo. Fue así como, al concluir la etapa de Natalia, le pidió que tomara su lugar.
Hoy, como presidenta de la Comisión de Jóvenes Empresarios de Coparmex, Martha encarna un liderazgo que inspira sin imponer. “Mi misión es contagiar a las personas de que el reto de cambiar nuestro país comienza por cada uno de nosotros”, menciona.
Cree en las pequeñas transformaciones, en las empresas éticas y en los equipos que se mueven por convicción. “Me interesa mejorar la calidad de vida de los colaboradores y operar de forma responsable. Así se reconstruye el tejido social”, afirma convencida.
Su visión es de servicio. “Coparmex es un voluntariado para poder servir, construir e inspirar”. Lo dice con humildad, pero su voz es clara: los cambios duraderos empiezan en lo cotidiano. Martha habla de las PYMES con respeto y esperanza: “Son el 99% de los negocios del País. En nuestras manos está fortalecerlas para crear un México más justo y competitivo”, aseguró.
Frente al futuro
No idealiza el camino. Reconoce los retos: la incertidumbre, los trámites, la falta de mentorías. Pero su respuesta no es queja, es acción. “Cada día tengo el reto de ser una mejor persona y empresaria. Cada día es una nueva oportunidad”. No se refugia en admiraciones, sino en valores. “Admiro a las personas auténticas, curiosas, comprometidas con sus ideales”.
Inspirar con el ejemplo
Al hablar de su legado en Coparmex Joven, su voz se vuelve más suave: “Con que haya convencido a una sola persona de hacer las cosas diferentes, eso para mí ya es suficiente”. En un ambiente donde muchos buscan reconocimiento, Martha apuesta por trascender en lo invisible: en la ética, en la inspiración, en el impulso que deja huella.
Su liderazgo no busca aplausos, busca resultados humanos.
“El reto de cambiar nuestro país comienza por cada uno de nosotros.”
PLAYERS MUST
Restaurante favorito en el mundo: El Feligrez
Platillo que recomienda: Enchiladas Feligrez
Destino favorito: Madrid
