Con veinticuatro años de experiencia, la licenciada en informática se define como empática, transparente y constante, adjetivos que bien podrían detallar su trayectoria profesional. Lilian Sustaita, de 47 años, es hoy la directora de planta de la empresa BorgWagner en Saltillo, puesto que alcanzó luego de desarrollarse en todas las áreas de producción.
Sin prejuicios
Lilian comenta que su niñez fue una experiencia enriquecedora, sus padres nunca le marcaron límites a sus elecciones sobre sus intereses o juegos, y aunque confiesa no haber sido una niña que jugara con muñecas, si le gustaba jugar futbol.
“Siempre hice y jugué a lo que quise y hoy por hoy lo sigo aplicando, no tengo ese tabú, me encanta no tener una limitante, no creo que yo no pueda hacer algo que hace un hombre”.
Lilian comenzó sus estudios en informática en el Tecnológico de Saltillo, carrera que le pareció tenía mucho futuro y área de oportunidad. “Mi profesión ha sido la base de todo lo que hago, y aunque ahorita hago cosas totalmente diferentes, me ayuda el haber estudiado pues comprendo la administración, el procesamiento y almacenamiento de la información”.
Cambio y ascenso
Lilian comenzó a trabajar en la industria automotriz desde 1998 en el área de control de producción y logística. “Cada vez que dominaba un área iba y le tocaba la puerta a mi jefe para pedirle un cambio porque para mí siempre fue importante levantar la mano pues mi plan era aprender todo lo que pudiera”.
A partir de eso, se vio en la necesidad de tomar una decisión, el cambiar de planta, pues asegura que a pesar de contar con los conocimientos y herramientas, no veía viable su crecimiento profesional.
“Hice una introspectiva sobre lo que necesitaba desarrollar personalmente para generar confianza y sobre mi papel dentro de la empresa, y acepté que ese ya no era el lugar de trabajo que me impulsa a crecer”.
Lilian siguió su intuición y buscó el cambio entre plantas en Magna Powertrain. “Había mujeres, hombres y extranjeros, eso para mí fue algo totalmente diferente, es algo que sigo agradeciendo porque me desarrollé en un ámbito de mucha variedad, era una planta en crecimiento en donde había mucha gente austriaca, había gente de diferentes países y eso me ayudó a ser un poco más exigente conmigo misma”.
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En el 2010, Lilian tomó con iniciativa los primeros retos que se le presentaron, como ejemplo, en ese momento ambas plantas de Magna compartían proveedores y las dos debían cumplir con sus clientes a pesar de la crisis que atravesaba la industria automotriz.
La actitud de empatía y comprensión que mantuvo la profesionista fue la clave para su lanzamiento profesional pues luego de eso llegó a ser líder de grupo y se desarrolló como gerente de distintas áreas como control de producción y logística.
Líder recomendada
La saltillense mantiene que una ventaja ha sido que sus compañeros de trabajo la han recomendado para puestos superiores; de esta manera, en el 2015 avanzó de peldaño hacía la gerencia de área.
“Me gusta la idea de desenvolverme en otras áreas, aprendo rápido y amo salir de mi zona de confort. Luego de varios retos, llegó una oportunidad para mí como gerente de manufactura en BorgWarner”.
Su nueva posición le abrió perspectiva en áreas de manufactura, mantenimiento y producción, lo que hizo que su proceso de crecimiento fuera “revolucionado”. A partir de entonces, Lilian se desarrolló como directora de operaciones y luego, como gerente de planta. En el 2019 recibió el ´Women in Manufacturing STEP Ahead Award´ otorgado anualmente por la empresa a aquellas mujeres que han demostrado excelencia y liderazgo en temas relacionados con ciencia, tecnología, ingeniería y producción.
En las buenas y en las malas
Lilian Sustaita y Horacio Dávila llevan casados casi una década, ambos tienen experiencia en el área industrial, sin embargo, debido a una condición cardíaca de Horacio, Lilian se percató del respaldo que tiene con su equipo luego de que su esposo recibiera un trasplante de corazón a finales del 2019.
“Mi motor, como para todos, es mi familia, sobre todo mi marido que ha sido un guerrero, él es un ejemplo para mí, es mi inspiración para seguir adelante. Quisiera agradecer el apoyo de mi equipo porque en momentos difíciles fueron un pilar para mí, no tendría palabras para expresarles mi agradecimiento, demostraron un alto nivel de ejecución, autodirección y liderazgo”.
“En una jornada normal, procuro llegar a caminar por el piso de producción, me gusta ese contacto con la gente, la denominada caminata ´Gemba´”.