A sus 23 años, José Pablo Fuentes no solo estudia biología; vive y respira cada célula de vida que observa.
Desde las aulas universitarias hasta comunidades rurales, este joven saltillense ha encontrado su propósito en algo más grande que él: conectar a las personas con la naturaleza a través del conocimiento.
“Entender la naturaleza es el primer paso para protegerla”, afirma. Por eso, combina su formación científica con su pasión por comunicar, creando contenido accesible, emocionante y profundamente humano.
Desde pequeño, la ciencia fue su refugio. Mientras otros niños se perdían en caricaturas, José Pablo se sumergía en documentales de Animal Planet, fascinado por la biodiversidad.
“Incluso cuando jugaba fútbol, me distraía buscando insectos alrededor de la cancha”, recuerda. Ese amor por los seres vivos se convirtió en una necesidad: la de protegerlos. Y así, casi sin darse cuenta, nació el divulgador que hoy inspira a jovenes.
Con charlas, publicaciones y talleres, José Pablo ha logrado transformar miedos en comprensión y rechazo en respeto.
“Muchas veces la gente mata serpientes por miedo o por desconocimiento, pero después de una plática, regresan y me dicen que ahora las dejan ir. Eso, para mí, significa todo.”
Contar la ciencia sin perder su alma el trabajo de José Pablo Fuentes
Hacer accesible un conocimiento tan profundo como la biología no es tarea sencilla. José Pablo lo sabe bien.
“Uno de mis mayores retos ha sido traducir conceptos complejos en mensajes que emocionen sin simplificarlos en exceso. No quiero imponer datos; quiero despertar curiosidad.”
En un entorno saturado de desinformación, su responsabilidad como divulgador se vuelve aún más clara: comunicar con rigor, pero también con empatía. Cada publicación que comparte está respaldada por horas de lectura, contraste de fuentes y análisis.
“Aunque parezca contenido ligero en redes sociales, detrás hay un trabajo casi académico. La buena divulgación no es diluir la ciencia, sino hacerla comprensible sin traicionar su esencia.”
Para lograrlo, José Pablo se inspira en gigantes como Steve Irwin, David Attenborough y Neil deGrasse Tyson. De Irwin heredó la pasión, de Attenborough la narrativa y de Tyson la habilidad de traducir lo complejo.
“Ellos me enseñaron que divulgar ciencia también es contar historias que conmuevan y que inviten a actuar.”
Inspirar a otros para cambiar el mundo, poco a poco
José Pablo está convencido de que la ciencia no es solo una disciplina académica, sino una forma de ver el mundo.
“Solo protegemos lo que amamos, solo amamos lo que entendemos, y solo entendemos lo que conocemos.” Por eso, cada vez que logra que alguien vea con otros ojos a un insecto, una planta o un ecosistema, siente que su misión se está cumpliendo.
A quienes quieren seguir sus pasos, les deja un consejo claro: “Empiecen con lo que ya saben. No se trata de presumir conocimientos, sino de construir puentes.
La divulgación nace del amor por compartir.” También insiste en la importancia del pensamiento crítico y la humildad: cuestionar, aprender, escuchar y mejorar constantemente.
Con una voz joven, fresca y apasionada, José Pablo Fuentes está demostrando que la ciencia también puede ser emoción, empatía y transformación. Y lo mejor de todo: apenas está comenzando.
