La pregunta que todos los que estamos inmersos en el mercado laboral nos hacemos es: ¿la inteligencia artificial (IA) pondrá en riesgo mi puesto de trabajo? Como introducción a este artículo, cito la frase de Stephen Covey: “La tecnología reinventará los negocios, pero las relaciones humanas seguirán siendo la clave del éxito”.
Es un hecho que la IA provocará que algunos cargos sean desplazados, sin embargo, generará nuevas oportunidades, especialmente en áreas relacionadas con asegurar el buen desempeño de los sistemas artificiales.
No podemos dejar a un lado que estos puestos requieren, sin duda alguna, mayores competencias laborales.
Open Al, la empresa que introdujo el famoso Chat GPT, publicó un documento en el que señala que los trabajos más expuestos a ser reemplazados son: matemáticos, gestores contables y auditores, periodistas, analistas financieros, secretarios jurídicos, asistentes administrativos, diseñadores, relacionistas públicos, traductores, analistas demoscópicos e ingenieros blockchain; sin dejar a un lado empleos que estarán vulnerables como los de programadores, diseñadores gráficos, fotógrafos, biólogos, correctores, ingenieros o arquitectos.
Los expertos aseguran que aquellos trabajos que implican un pensamiento crítico son los que no notarán tanto la introducción de estas herramientas, como los de carácter científico.
Citando a Charles Darwin: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que más responde a los cambios”.
Definitivamente está evolucionando de manera radical el modo de hacer negocios y nuestras rutinas de trabajo, por lo que es de vital importancia, para preservar todo tipo de puestos, que desarrollemos habilidades blandas como son la escucha activa, el trabajo en equipo, la creatividad, la resiliencia y la capacidad de aprendizaje, pues son estas las características que nos permiten explotar el potencial humano y, de esta manera, competir con los robots, en lugar de simplemente esperar a ser remplazado por ellos.
Las consecuencias finales son muy difíciles de predecir, pues enfrentaremos cambios constantes en el mercado laboral. No hemos imaginado el impacto que tendrá una posible crisis laboral, algo sin precedentes en la historia de la humanidad, y lo alarmante es que, a mi entender, nadie está realmente preocupado por este inminente riesgo laboral.
En conclusión, vamos a tener que reinventar la manera de hacer negocio, de aprender, de socializar y de comunicarnos; también será necesario estar preparados y abiertos a los grandes cambios.
Estimado lector, espero que esta columna te haya resultado interesante y te invito a vivir esta evolución de forma positiva, disfrutar y apasionarte con cada avance tecnológico y, por supuesto, seguir preparándote, independientemente de la actividad o giro al que te dediques y de la edad que tengas. Créeme que somos realmente afortunados de poder ser testigos de esta revolución científica.
