La presencia de Chrysler en Ramos Arizpe, Coahuila, ha sido clave en el desarrollo industrial de la región y del país.
Desde su llegada en 1995, cuando se inauguró oficialmente la planta en la zona de Derramadero, al sur de Saltillo, Chrysler ha jugado un papel fundamental en la industria automotriz mexicana.
Fue en esta planta donde, bajo el amparo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se ensambló la primera pick up RAM 2500, un hito que marcó el inicio de la producción de vehículos en México para el mercado global.
Chrysler en Ramos Arizpe
Esta planta en Ramos Arizpe forma parte de un complejo industrial mucho más grande, que incluye diversas instalaciones de manufactura en la región de Saltillo y Toluca.
Chrysler, ahora bajo la dirección de Stellantis, ha consolidado a la planta de Ramos Arizpe como una de sus principales en el país, siendo una de las más importantes en la producción de motores y ensambles para diferentes modelos de la marca.
Gracias a su alta capacidad de producción y a la tecnología avanzada empleada, la planta juega un papel esencial en la fabricación de vehículos para mercados internacionales.
El impacto de Chrysler en Ramos Arizpe no solo se limita a la producción de vehículos; también ha generado miles de empleos directos e indirectos en la región, convirtiéndola en un motor de desarrollo económico.
Con su presencia, la planta de Chrysler ha contribuido al posicionamiento de México como un actor clave en la industria automotriz global.
Con el paso de los años, y tras diversos retos económicos, Chrysler sigue siendo un referente en Ramos Arizpe, con planes de expansión y mejoras continuas para mantener su liderazgo en la fabricación de vehículos de alta calidad.