Diego Chavez dejó el sector bancario para liderar la empresa familiar, demostrando que, con visión y esfuerzo, todo es posible.
Luego de concluir su carrera como licenciado en Negocios Internacionales del ITESM Campus Monterrey, Diego Alfredo Chavez Cabello supo que tenía dos caminos: seguir una carrera corporativa en el mundo financiero o continuar el legado de su padre en el sector industrial. El llamado de la sangre fue más fuerte y optó por lo segundo.
Aunque comenzó su vida profesional en el banco BBVA, como asesor de inversiones y banquero patrimonial en Monterrey, sintió una atracción innegable hacia la empresa que su padre, Alfredo Chavez Villanueva, fundó en Saltillo en 1989: Transformadora Industrial de Saltillo S.A. de C.V. (TRAINSA).
“Admiro a mi papá por ser empresario y emprendedor, por eso decidí unirme a mi hermano Daniel para tomar las riendas de la empresa familiar”, explicó.
Así, tras tres años en el sector bancario, dio un giro radical al regresar a la ciudad para liderar TRAINSA, enfrentando retos como un CEO joven en una industria altamente competitiva.
TRAINSA comenzó como un pequeño taller en el centro de Saltillo, pero bajo la gran visión de Chavez Villanueva, se expandió hasta convertirse en una de las principales empresas de la región en el ramo metal mecánico, tanto que hoy cuenta con una planta de producción con extensión de una hectárea.
El legado es grande y la responsabilidad aún mayor. Luego de cinco años de trayectoria en la empresa, Diego asumió el puesto de Director General en 2020 decidido a honrar y expandir el trabajo de su padre.
El camino no fue sencillo. Desde que tomó su papel, su enfoque se inclinó en modernizar la empresa que ya tenía más de 35 años en el mercado.
“Por mi posición, me involucro en casi todos los procesos, pero mi enfoque está orientado al giro administrativo”, mencionó.
A diferencia de sus años en el sector bancario, donde los días se volvían reiterativos, Diego compartió que el mundo industrial exige una constante adaptación y renovación.
“Cada día trae un nuevo reto, y es mi trabajo encontrar la mejor solución”, afirmó.
Diego Chavez y un nuevo enfoque
Bajo su liderazgo, TRAINSA no solo ha modernizado sus operaciones, sino que también se ha enfocado en la expansión de sus instalaciones y en la inversión en maquinaria innovadora.
“Mi meta es estandarizar todos nuestros procesos con las nuevas tecnologías, y asegurar que nuestra empresa siga siendo un referente en el mercado”, aseguró.
A pesar de las dificultades, no ha perdido de vista la responsabilidad que siente de proyectar la empresa hacía nuevos horizontes.
“La compañía es la obra de mi padre, lo que la hace tener una importancia única en mí; es una satisfacción personal saber que estamos respetando su legado”, dijo.
Un director resiliente
Diego asegura que el éxito no solo se mide en términos de crecimiento, sino también en la capacidad de mantener el balance personal.
“Soy una persona que busca el equilibrio mental para así poder tener templanza en los negocios”, reflexionó y agregó que espera abrir una nueva rama de la empresa en cinco años.
El director de 33 años mencionó que se considera una persona empática, amable y ambiciosa. También, compartió que en lo personal busca la mejora constante en todos los ámbitos de su vida, desde el deporte hasta sus relaciones personales.
“Ahora tengo como meta ser perseverante en mis entrenamientos como corredor porque quiero correr medio maratón en un año”, finalizó.
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