Lee la columna de nuestra edición de abril 2024 por Luis Lindsey:
En un panorama saturado por vídeos, redes sociales y avalanchas de información, no resulta difícil reconocer que nuestro potencial personal supera con creces nuestras percepciones. En ocasiones, nuestras posibilidades se asemejan a un sueño, pero la brecha entre soñar y hacer puede ser abismal.
Mientras las ideas fluyen con libertad, es la capacidad de ejecución lo que realmente transforma esas ideas en algo útil y valioso.
Este es el núcleo del concepto get it done, una filosofía destinada a cerrar la brecha entre la intención y la acción, entre la planificación y la realización, entre las palabras y los hechos.
La regla de los 60 segundos: Columna Luis Lindsey
Esta regla es simple pero poderosa: si una tarea puede completarse en menos de 60 segundos, no hay que pensar, simplemente hay que hacerla. Esta mentalidad puede aplicarse tanto en las labores domésticas, como en el ámbito laboral. Por ejemplo:
- Responder correos electrónicos: Si un correo electrónico requiere una respuesta breve y tienes el tiempo disponible, responde de inmediato en lugar de posponerlo.
- Organización del espacio de trabajo: Dedica un minuto al inicio o al final de tu jornada laboral para ordenar tu escritorio. Esto te permitirá comenzar el siguiente día con mayor claridad y eficiencia.
- Toma de decisiones rápidas: Cuando se presenten decisiones pequeñas, como aprobar una solicitud o delegar una tarea sencilla, actúa sin demora. Esto permite que los proyectos fluyan sin estancarse.
Reconocer que posponer tareas pequeñas crea una acumulación de trabajo es fundamental. Actuar de inmediato fomenta un hábito de acción y previene la acumulación de pendientes.
Lo Fundamental: Las preguntas clave
La raíz de get it done reside en preguntas esenciales: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Cómo? y ¿Cuánto? Responder estas simples interrogantes es crucial para ejecutar cualquier tarea. Estos cuestionamientos nos obligan a definir objetivos, identificar responsabilidades, establecer plazos, planificar la ejecución y evaluar el costo. Al responder estas preguntas, trazamos un camino claro hacia la acción.
Solo la acción genera transformación
Conocer teóricamente cómo hacer algo no equivale a hacerlo. La transformación personal y profesional se logra mediante acciones concretas, no mediante la acumulación de conocimientos y buenos deseos. Una buena idea se desvanece con una ejecución deficiente.
Frente a la afirmación “Eso no funciona, ya lo intentamos antes“, es crucial cuestionar si el problema radica en la ejecución o en la falta de acción. El desafío de la ejecución implica enfrentar la procrastinación, el miedo al fracaso y la falta de motivación, batallas que son propias de cada individuo y que forman parte del proceso de desarrollo personal.
Más que un mantra, un arte
Get it done no es simplemente un lema de moda; es un arte que depende por completo de quien lo practica. Es una mentalidad que nos desafía a superar la parálisis por análisis y a actuar. La magia de hacer que las cosas sucedan no reside en metodologías sofisticadas, estrategias complejas o dispositivos de última generación, sino en la simplicidad y la belleza de la acción.
Tu momento de actuar es ahora
Si has llegado hasta aquí, no permitas que este momento de inspiración se desvanezca. Inicia tu transformación para ser una persona más productiva y realizada. No subestimes el poder de hacer que las cosas sucedan, un día a la vez. ¡Levántate y haz que las cosas sucedan!