En la columna de marzo para Players Of Life, Adrián González reflexiona sobre la nueva modernidad y la adaptación de dos cosas importantes: Educación e Inteligencia artificial.
La educación ha evolucionado conforme los avances tecnológicos dentro de sus contenidos, en sus técnicas didácticas y en sus aplicaciones profesionales; sin embargo, en la actualidad, la inteligencia artificial y su aplicación a múltiples aspectos cotidianos se han vuelto un tema en muchas discusiones académicas.
Sin duda, más posibilidades se presentan para poder acceder a nuevas perspectivas de todas partes del mundo con la oportunidad de hacer preguntas directas y enfocadas, para así, obtener las respuestas que recopilen información de múltiples fuentes confiables.
Adrián González profundiza sobre la AI y educación
Al mismo tiempo, la gran duda es, si la información está disponible para todas las personas, ¿qué es lo que va a diferenciar a un buen talento del otro? Hoy, el mejor talento es el que sabe qué preguntar, dónde preguntarlo y qué hacer con la información obtenida.
El perfil que destaca está basado en un análisis crítico que pueda determinar qué información es confiable y a través de qué herramientas se puede obtener dicha información.
Si pensamos que todo el mundo tiene acceso a la misma información, entonces, ¿qué hace que un profesionista sea más competitivo que otro?
La respuesta puede parecer sencilla, ¿qué es lo que va a hacer con esa información? Nuestra educación debe asumir que la clave no está en encontrar sino en conectar y proponer nuevas ideas con base en dicha búsqueda.
Lo anterior implica una evolución en la estructura de las evaluaciones, desde tareas, actividades, exámenes y presentaciones; pero además, implica mayor vinculación con la realidad que nos presentará preguntas que no estarán disponibles en bases de datos, si no que tendrán que ser respondidas a través de inferencias e hipótesis de parte del talento mejor preparado.
En un contexto social
Otro elemento clave de la inteligencia artificial y su uso, tiene que ver con la propiedad intelectual y la protección de esta. En meses recientes hemos visto huelgas de sindicatos de escritores y actores en Estados Unidos peleando el uso de sus publicaciones e imágenes como base de nuevas creaciones desarrolladas con inteligencia artificial.
Lo anterior implica que la educación deberá también tener líneas claras de uso inteligente y legal de este tipo de herramientas mientras que preparamos a las generaciones para proteger cada una de sus ideas a través de regulaciones a nivel internacional.
Otro de los retos actuales es, precisamente, desarrollar las regulaciones necesarias para lograr un uso óptimo de la nueva tecnología, sin dañar la integridad de quienes originalmente crearon las ideas que alimentan estas bases de datos.
La inteligencia artificial debe ser una herramienta de acceso al conocimiento en lugar de la generación de conocimiento mismo. Como todo proceso de cambio, nos encontramos en la etapa de asimilación, donde buscamos evaluar y reaccionar con cautela.
Sin embargo, sin duda esta es una etapa que revoluciona todo lo que conocíamos y que ha cambiado nuestra realidad por completo.
En lugar de resistirnos a la misma, debemos también avanzar y crear las condiciones para que nuestro talento pueda multiplicar sus oportunidades a través del uso de estas nuevas herramientas.