La historia de Bodegas del Viento comenzó en 1998 cuando la familia Dávila, en colaboración con dependencias gubernamentales, decidió establecer un viñedo experimental en la Sierra de Arteaga, Coahuila.
Con el propósito de explorar el potencial vinícola de la región, se plantaron 15 diferentes cepas para analizar su adaptación al entorno montañoso.
Bodegas del Viento
El nombre de la bodega proviene de una tradición de los indígenas Huachichiles, antiguos habitantes de la zona, quienes veneraban al Dios del Viento.
Como muestra de devoción, esparcían las cenizas de sus rivales al viento, convirtiéndose así en una ofrenda simbólica.
Esta leyenda inspira el espíritu de la bodega, reflejando el respeto y la conexión con el entorno natural de la Sierra de Arteaga.
Los buenos resultados no tardaron en llegar.
En 2010, Bodegas del Viento amplió su plantación con tres hectáreas adicionales de Shiraz y Merlot, variedades que mostraron un excelente rendimiento en el suelo serrano.
En 2012, sumaron 4.5 hectáreas más con las cepas Pinot Noir y Cabernet Sauvignon, y para 2017, introdujeron nuevas hectáreas de Cabernet Franc.
Este crecimiento incluyó un campo experimental con 20 variedades diferentes, demostrando el compromiso de la bodega con la investigación y la innovación.
Hoy en día, Bodegas del Viento cuenta con 14 hectáreas de viñedo distribuidas en cinco variedades que producen alrededor de 35 mil botellas de vino premium al año.
A futuro
La bodega se ha posicionado como pionera en la elaboración de vinos de alta gama en el sureste de Coahuila, destacando por la calidad de sus productos y su enfoque en técnicas tradicionales combinadas con tecnología avanzada.
Bodegas del Viento continúa su apuesta por la investigación y desarrollo, explorando nuevas variedades y técnicas vitivinícolas que se adapten al entorno de la Sierra de Arteaga.
Con este enfoque, busca seguir ofreciendo vinos excepcionales y consolidar su presencia en el mercado vinícola nacional e internacional.