“¡Misión cumplida!” Esta frase ha convulsionado la opinión pública y fascinado a las redes sociales apenas en la primera quincena del año, por la detención primero de Joaquín Guzmán Loera y después de Humberto Moreira. Esto me pone a pensar en la mente de quién esta frase halló cobijo. Y es que mi escepticismo sobre la justicia no se limita al sistema mexicano, para mí alguien vendió al ex gobernador de Coahuila a España.
Para empezar lo primero que me llamó la atención fue El Español que dio cuenta del arresto del ex presidente del PRI en el Aeropuerto de Barajas. Para el medio electrónico hispano la noticia tiene un valor histórico. Sería el primer escándalo del que ellos poseen la primicia. Su fundación se dio apenas el año pasado de la mano del ex director editorial del diario El Mundo, Pedro J. Ramírez. Ignoro si existe alguna relación política o solo se enteraron antes que los prestigiados El País, ABC y El Mundo.
Pasando al terreno de los escenarios políticos, por el lado de la oposición la lista de aspirantes a la alcaldía de Torreón y/o gubernatura de Coahuila no han desperdiciado la oportunidad de opinar al respecto, de cuestionar a las autoridades de procuración de justicia mexicanas que haya sido una entidad judicial extranjera quien detuvo a Moreira Valdés, de recordar el presunto robo (todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario ) a las arcas del Estado, de solicitar la renuncia de su hermano como ejecutivo local, etcétera. No cabe duda que para políticos, como los panistas Marcelo Torres Cofiño, Luis Fernando Salazar, Jesús de León Tello y todavía Guillermo Anaya, la noticia representa un momento de éxtasis político del que no quisieran despertar hasta pasadas las elecciones de 2017. No son los únicos, está el otro PAN, el de la capital, todos los independientes y alguno que otro Alcalde del norte.
Aunque sinceramente me suena a fuego amigo. La elección presidencial ya no suena tan lejana, y cada Estado en que se renueve a su Gobernador hay una batalla a ganar sí o sí, más para Manlio Fabio Beltrones, quien al frente del PRI se juega también su posible candidatura con los grupos de Osorio Chong y del mismo Peña Nieto. ¿Pero no ha sido el arresto un golpe al PRI, lesionando la imagen de todos? Puede ser. Aunque antes hay que saber elegir candidatos y no es tarea fácil, al interior de cada Comité Directivo Estatal hay encuentros y desencuentros.
Supongamos la tendencia de definir candidatos de Don Manlio: primero que nada buscar la unidad a toda costa; luego evitar perfiles relacionados con la delincuencia, esto es trascendental; y para lograr ambos criterios la negociación es punto crítico. Para nadie es desconocido que el Alcalde de Torreón, Miguel Ángel Riquelme Solís es un aspirante serio a la candidatura de Coahuila, pero pese a que se dice que es el gallo de Rubén, hay otros priístas con aspiraciones igual de válidas.
Por un lado están los priístas exiliados o aquellos que por no comulgar con las ideas de la cúpula del partido u otros motivos, continuaron su carrera principalmente en la capital del país, como Javier Guerrero, Enrique Martínez y Morales o Alejandro Gutierrez Gutierrez. Y aunque en el caso de Martínez y Morales la salida de su padre de Sagarpa pudiera significar un golpe en la percepción pública, sus aspiraciones siguen intactas. Javier Guerrero posee una representación clave en el área de desarrollo social desde la Cámara de Diputados, y ha estado cerca de otro aspirante, Roman Alberto Cepeda; mientras que Alejandro Gutiérrez Gutiérrez puede presumir su lealtad y amistad a Manlio Fabio Beltrones.
Además, en el priísmo pareciera que hay castas, y aquellas familias de rancio abolengo tienen una concepción del candidato que solo llenan algunos, como Armando Luna Canales, el llamado por varias firmas “Plan B” del Gobernador y que cuenta con el respaldo de figuras adineradas al interior del partido. Mayor razón para que Riquelme Solís afiance su presencia en el norte de la mano de su gran aliado Fernando Purón Jhonston, Alcalde de Piedras Negras, Vicepresidente en la Federación Nacional de Municipios de México en Coahuila, solo abajo del torreonense, y que ha sido de los más beneficiados con la donación de lámparas de vapor de sodio retiradas en Torreón como parte de la reconversión tecnológica de este municipio.
La captura de Humberto Moreira es un punto de quiebre. Lesiona la imagen del PRI y resucita las dudas sobre la legitimidad del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, de quien se señala, su campaña pudo ser financiada con dinero robado de Coahuila. El golpe también pudiera jugar a favor de Beltrones. Éste también tiene con el arresto de Humberto más cartas que negociar con los Moreira, quienes pudieran sacrificar a su alfil para mantener un coto de poder; y es que repito, para Manlio una candidatura “limpia” es fundamental para ganar los comicios. Pero de ser sentenciado el ex gobernador por apenas un par de años, ¿qué tanto borraría de la memoria colectiva la saciedad de justicia, aunque no fuera suministrada por una autoridad nacional?
Esto es solo un ejercicio teórico de lo que pudiera estar pasando en el terreno político. La realidad es que Coahuila es una de las entidades más endeudadas del país y sus habitantes cargamos con la estigma de 36 mil millones que no veremos saldar. En Estados Unidos, el ex tesorero de Coahuila, Javier Villarreal, ha entregado a la justicia americana más de dos millones de dólares, el ex gobernador Jorge Torres López, es prófugo de la justicia estadounidense quien le incautó dos millones de dólares; el empresario Rolando González Treviño se ha declarado culpable de conspiración para el robo de 600 millones de pesos del erario coahuilense; y quienes pagan a tiempo sus derechos de control vehicular solo tienen el consuelo de poder ganarse un carro último modelo y un seguro automotriz.
¿A quién le conviene más que Moreira vaya a prisión… aunque sea en España?
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