Como ya es característico de las ciudades donde se genera una bonanza económica, que su grandeza se evidencie en la magnificencia de sus construcciones y nuestra ciudad no es la excepción. Arquitectos de renombre nacional vienen a hacer negocios, las opciones jóvenes y maduras han innovado, dando como resultado una nueva generación de empresarios más preparados, los cuales han aprendido de otras latitudes.
Todo este desarrollo es notable en la gran cantidad de fraccionamientos de tipo residencial que han proliferado en León con propuestas cada día más osadas. Sin embargo, a la par existen más desarrollos que con el pretexto de exclusividad y vigilancia encierran a los usuarios en un espacio muy limitado, convirtiéndose en lugares para dormir. Para la convivencia hay los clubes como zonas de esparcimiento y socialización.
Otro aspecto que vamos a considerar es la enorme desigualdad en servicios de los desarrollos, en algunos se disminuyen las áreas de donación, las cuales tienen como finalidad ser espacios urbanos para satisfacer otras necesidades, como las lúdicas y religiosas, entre otras.
Uno de los mayores problemas en nuestra ciudad es que algunos desarrolladores han decidido que León debe orientarse hacia los servicios, dejando a un lado la industria manufacturera como la curtiduría, zapatería, peletería y otras que producen un buen número de fuentes de empleo. La grandeza de un país radica en la riqueza de sus ciudades, por ejemplo, aunque la capital de Texas es Austin, ese Estado tiene otras destacadas ciudades como San Antonio, Dallas y Houston; o en el caso de California, cuya capital es Sacramento, resulta pequeña frente a Silicón Valley, San Francisco, San Diego y Los Ángeles, las cuales generan riqueza y altos niveles de bienestar.
En León hay una importante cantidad de fraccionamientos populares, que crecieron careciendo de servicios, como es el caso de Villas de San Juan, donde olvidaron poner escuelas de preescolar, primaria y secundaria, y ahora la SEP tiene que resolver esto cuando en su planeación no se contempló por la falta de coordinación de los tres niveles de Gobierno.
Otro aspecto es la paulatina resurrección del llamado Centro Histórico, con construcciones clásicas a las que en lugar de invertirles (por ejemplo, la Plaza de Gallos) prefieren que se caigan para edificar otras. Asimismo, apenas se están construyendo estacionamientos, muy necesarios para una vida nocturna dinámica. Éstas son realidades que no podemos negar, pues ya nos convertimos en una ciudad que no duerme por el dinamismo económico.
Pensando en la industria manufacturera de León es necesaria la construcción de fraccionamientos industriales, en los que haya espacio para empresas de alta tecnología que contribuyan al desarrollo social y económico de nuestra entidad.