A poco más de un año del ejercicio electoral donde por primera vez, México tuviera una candidata mujer, seguimos con las mismas preguntas en temas de género: ¿Acaso no estamos preparados para que nos gobierne una mujer?
A nivel nacional, Josefina Vázquez Mota fue la abanderada del PAN para ocupar la Presidencia de la República y así convertirse en la primer mujer en el Poder Ejecutivo y la tercera con el blanquiazul. La verdad, es que después de dos sexenios con los azules y que los opositores resaltaran que no había sido lo mejor cambiar, Josefina no fue favorecida con el voto y se quedó así, siendo solamente panista.
En el Estado, en la contienda del 2012 solo quedaron varones como candidatos, pero ¿qué tal las pugnas por cumplir con las cuotas de género para Diputados Federales, locales y rumbo al Senado? Por ahí salió una empresaria que ocupó un curul federal para “reclamar” que le “tocaba” ir al Senado; sus argumentos eran dos: dar continuidad a su trabajo en la Cámara alta, y el otro era simplemente por ser mujer (muy escondida pero esa era la justificación). Al final, ni tanta exposición ni reclamo le bastaron para ser candidata, lo único que ocasionó fue que mujeres del partido desde hace muchos años levantaran la voz en su contra.
En el trienio anterior hubo dos mujeres que llamaron la atención: Rubí Laura López Silva, Alcaldesa de Celaya y Luz María Núñez de San Miguel de Allende. Sobre la primera se escucharon quejas de todo tipo, principalmente sobre el tema de seguridad. La bomba explotó cuando fuerzas estatales “limpiaron la casa” y encontraron mil y un irregularidades, incluso se pidió su renuncia, lo cual pasó de noche cuando el dirigente del partido salió en su defensa.
Muy cerquita de ahí, según cuentan los mismos san miguelenses, la Señora Núñez no era amiga de muchos, aquellos quienes la acusan, presuntamente de manejo de recursos públicos a beneficio de sus empresas familiares, de desfalco de cuentas públicas y alguno que otro desperfecto de la ciudad. En lo personal, no se como haya encontrado Celaya la nueva administración, lo que sí sé es que el 1 de octubre San Miguel de Allende amaneció con solo tres patrullas, número insuficiente y ridículo para el municipio.
Mucho se habló de la gestión de estas dos damas, y los comentarios machistas no se hicieron esperar, desde “no puede porque es vieja” y “que se vaya a su casa a hacer de comer”, hasta otras cosas que no es posible publicar aquí.
Contrario a los trienios anteriores (Celaya–PAN, San Miguel de Allende–PRD,PVEM,PRI,PT) en León gobierna una mujer de extracción priista en alianza con el PVEM, una mujer que siempre había externado su gusto por ser la Presidenta Municipal de la capital del calzado, incluso ya había perdido una contienda. A un año de la elección ya han surgido comentarios, de hecho toqué unos de los temas mas comentados en mi colaboración anterior. No he convivido personalmente con las señoras Nuñez ni López, pero Bárbara Botello siempre platicó de sus ganas de cambiar la ciudad, de hacerla próspera y ayudar a quienes más lo necesitan, espero que le alcancen los dos años que le restan, pues todos los exalcaldes se quejan de que un trienio no es suficiente.
El tema de las mujeres en el poder siempre va a ser polémico, por ejemplo a Elba Esther Gordillo lo que más le exhibieron al momento de su aprehensión fueron los gastos excesivos en vanidades femeninas, como ropa, calzado y cirugías. No justifico ni califico el trabajo de las Alcaldesas, para eso tenemos a los líderes de opinión, empresarios, ciudadanía, etc., pero no estoy de acuerdo es que sean juzgadas por género. Nadie hace peor o mejor su trabajo por ser mujer u hombre, porque use tacones o corbata, el único “pecado” de ellas es ser pioneras, ya que si hubiera mas mujeres compitiendo por esos puestos, serían menos las comparaciones y los comentarios desacertados.
Debemos de prepararnos, incluso para contiendas solo femeninas, pues al paso que vamos no nos faltara mucho. O ¿le gustaría que insultaran a su hermana, madre o hija en su trabajo, solo por ser mujer? Recuerde, cada vez somos más mujeres saliendo de las labores cotidianas para hacer cosas extraordinarias.