Un elemento esencial de la democracia es la auténtica representatividad de los ciudadanos a través de los representantes públicos. En México la realidad dista mucho de este ideal, la regla (con contadas excepciones) es que los diputados únicamente representan los intereses partidistas, velando por su carrera política, por tres razones:
1. Falta de una cultura de exigencia por parte de los ciudadanos (que emana la cultura de no responder por parte de los diputados)
2. No reelección de diputados (se traduce en compromiso con su partido y no con la ciudadanía)
3. Históricamente los partidos políticos han distanciado a los diputados del pueblo, para que mediante la legislación, se teja la estructura de poder en que se sientan, ignorando las necesidades reales de la ciudadanía.
El distanciamiento que menciono fue fácil de lograr y arraigar en los mexicanos, antes la única manera de interactuar con los diputados eran manifestaciones o encuentros presenciales. Hoy el internet ha revolucionado esta interacción; según un estudio del Congressional Management Fundation, 44% de los votantes en EU (más de 90 millones de personas) ha contactado a sus diputados por esta vía para manifestar sus posiciones, fenómeno conocido como grassroots, movimiento surgido de la gente, desde la tierra. Ha sido un auténtico game changer en cómo opera el Congreso estadounidense.
En México no tenemos ni un solo medio electrónico efectivo para que un ciudadano le exprese a su diputado su aprobación o rechazo acerca de los asuntos que vaya a votar en su representación. En busca de una solución, me acerqué a Evolución Mexicana para sumar un proyecto de Votación Ciudadana al website “Participa con tu Diputado”, el cual será lanzado en los próximos dos meses. La Votación Ciudadana consiste es una página mediante la que usuarios certificados de los distritos electorales de NL, podrán emitir su voto sobre los temas a discutirse en el Congreso los días posteriores. Una vez recabados los votos, los resultados se difundirán en varios medios de comunicación para:
1. Comunicar públicamente a los diputados el sentir de sus representados respecto de los principales temas.
2. Crear una obligación moral en los diputados para votar representando a los ciudadanos, y no a su partido político.
3. Difundir entre los ciudadanos esta herramienta de comunicación y acrecentar la participación en estas votaciones (aumentando la responsabilidad moral del punto dos, el costo político de ignorar a 10 mil o 20 mil votantes es muy alto)
