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julio 23, 2024

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Llega a Torreón La Cupcakería

Promete conquistar el paladar lagunero con 30 exquisitos sabores

Por

La repostería siempre estuvo presente en la vida de Conchita Valdez. Cuando era niña, su madre tenía una pastelería en Torreón Jardín y desde entonces se involucró por completo en el mundo gastronómico. Hace siete años se le presentó la posibilidad de establecer una tienda de cupcakes junto a su hermano, gracias al auge que este postre estaba teniendo. La primera sucursal abrió en la Zona Rosa de la Ciudad de México y debido a la respuesta de la gente pronto abrió nuevas tiendas. El sismo ocurrido el pasado 19 de septiembre la llevó a cerrar dos de ellas, pero a pesar de ser un hecho negativo, logró transformar esto en una nueva oportunidad: tomó el equipo de aquellas tiendas y decidió probar suerte en su tierra junto a su cuñada. Han pasado un par de meses desde entonces, y hoy Conchita nos comparte cómo fue que logró establecerse en Casa Juárez y abrirse paso en el mercado lagunero. ¡Conoce su historia!

  ¿Cómo nace tu pasión por la repostería?

Es una historia chistosa, porque me gusta mucho cocinar salado, más que dulce. Pero lo traigo desde chiquita, mi mamá tuvo una pastelería aquí en Torreón, y desde entonces me enseñaron todo lo relacionado con este tema. Cada que podía viajaba a tomar cursos fuera de Torreón sobre repostería, pero en sí, si me preguntas cuándo nace, te diría que lo he traído toda la vida. Los primeros libros que me regalaban eran de recetas, y todavía hago algunas de panecillos de brownies.

 

¿Cuándo decides abrir La Cupcakería?

No estaba pensado, pero mi hermano me invitó a este proyecto. ¿Por qué cupcakes? Estábamos viendo que estaban siendo un éxito. Me invitó a viajar para identificar cómo se estaban haciendo y decidimos abrir en Ciudad de México, porque allá vivía mi hermano. Empezamos desde cero: compramos libros, probamos una gran cantidad de cupcakes y arrancamos con varias pruebas. Me mudé a la Ciudad de México y la primera tienda la abrimos el 2 de febrero de 2011. Nadie le apostaba mucho por el lugar, por la Zona Rosa, y porque estábamos rodeados de bares y todos se preguntaban por qué pastelitos en medio de los bares. Pero nos fue muy bien desde el principio, la respuesta de la gente fue increíble y tuvimos mucha aceptación. Tuvimos varias sucursales dentro de Ciudad de México. Ahorita tenemos tres, tuvimos que cerrar algunas por el sismo, pero ahí vamos resurgiendo, logramos rescatar dos de las tiendas.

 

 

¿Cómo decides venir a Torreón?

Era un gusanito que tenía desde hace mucho. Nací en Guadalajara, pero desde los siete viví en Torreón, me considero lagunera de corazón; además la gente me lo pedía mucho. Entonces las cosas se fueron dando: dentro de lo malo que fue el temblor rescatamos lo bueno, pues todo el equipo de una de las tiendas que perdimos es el que está acá… El proyecto Casa Juárez es de una de mis mejores amigas, lo platiqué con mi cuñada y todo se dio muy rápido para que pudiéramos estar aquí. Yo sí ya tenía muchas ganas de hacer algo aquí, aquí sigue mi familia y mis amigos entonces era importante para mí el hacer algo en mi tierra.

 

“El menú es tan amplio que no podría tener siempre los 30 sabores, por eso todos los días tenemos diferentes”

 

¿Cuál ha sido la respuesta de los laguneros?

Muy bien. A pesar de que abrimos un poco rápido, y de ser únicamente dos personas en cocina, nos ha ido muy bien. Esperamos que la gente venga, nos conozca, identifiquen la calidad del producto que estamos ofreciendo, las instalaciones agradables… Si se dan la oportunidad de conocernos, te puedo decir con toda confianza: sé que vas a regresar.

 

¿Cuál es el elemento que hace la diferencia?

La materia prima. La calidad de la materia prima que ofrecemos marca la diferencia. Cada cupcake es una receta diferente, usamos todos los ingredientes naturales, no usamos esencias. Si te digo que es de coco es porque tiene leche de coco y coco rayado. Entonces creo que eso también marca la diferencia. Otra es el betún, nuestros betunes son suaves, no son rasposos y no son empalagosos. Es un postre, pero no tiene que empalagarte, yo trato de que te lo comas completo, que no le quites el betún o que te comas el puro pan, sino que se coma como se debe de comer, la mordida completa. Creo que esa parte ha marcado una diferencia con otros.

 

 

Contacto

Dirección: Casa Juárez (Juárez y Degollado, a una cuadra de la Colón)

F. /LaCupcakería

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