Tras el anuncio del Presidente Andrés Manuel López Obrador de que el próximo 16 de octubre firmará un acuerdo para regularizar “autos chocolate” es dar un cheque en blanco a la delincuencia, convertir a México en basurero automotriz y será un duro golpe contra la industria automotriz y los empleos que ésta genera, dijo la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Para el sindicato patronal, que preside José Medina Mora, regularizar autos chocolate va contra la recuperación del país, puede provocar una caída de las ventas del mercado nacional de autos, y es dar un “cheque en blanco a la delincuencia”, porque hay mafias que se dedican al contrabando de autos.
“Es un atentado contra las empresas y los empleos en México en un afán de conquista de simpatías o aprobación política”, dijo Medina Mora.
“Hoy quien cumple con lo estipulado, puede introducir legalmente un auto a México; aunque el problema radica en el ingreso ilegal, que además de que representa un acto de evasión fiscal, es un delito a través del cual se benefician organizaciones criminales, grupos que promueven la corrupción e incluso la comisión de otros delitos mediante la utilización de esos vehículos”, expuso.
La Coparmex detalló que la legalización indiscriminadade autos chocolate “es un golpe al sector automotriz en uno de sus momentos más adversos”, sobre todo si se considera que de enero a septiembre de 2021 las ventas de autos ligeros están 20.7% por debajo de 2019, mientras que la producción total de vehículos ligeros está 23.8% por debajo de los niveles previo a la pandemia y, tan solo la producción registrada en septiembre 2021 fue la más baja para un mes similar desde 2010.
¿Qué afectaciones tiene la regularización de “autos chocolate” en México?
Regularizar “autos chocolate” puede ocasionar una baja de las ventas de autos en México y ello impactará a los empleos vinculados a la fabricación de equipo de transporte y a su comercio al mayoreo y menudeo.
Además de que una caída en ventas de autos también afectará las finanzas públicas porque habrá una menor recaudación, porque al haber menor demanda se dejará de pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y habrá una contracción en la captación del Impuesto Sobre Autos Nuevos (ISAN).
Además de ello, la entrada de autos usados impactará el medio ambiente y a la seguridad de las personas, porque “al ser vehículos de desecho o con antecedentes de siniestro en su país de origen, no garantizan los estándares mínimos de seguridad vehicular como son frenos de seguridad ABS, bolsas de aire o sistemas de retención infantil”.