“Separados somos pequeños, juntos somos gigante”, es el slogan que verás en televisión, medios digitales e incluso en plataformas exteriores, como parte de la campaña para reconocer el trabajo de las personas que diariamente y con un gran esfuerzo siguen abriendo a primera hora de la mañana las puertas de su tiendita.
México está viviendo una etapa de evolución acelerada y reconocimiento digno a la labor de todos los que hacemos que este nuestro país funcione.
El coronavirus se convirtió no solo en un problema de salud a nivel mundial, sino que acarreó una serie de infortunios económicos, derivados del distanciamiento social necesario. En el recuento de los daños, miles de micro, pequeñas y medianas empresas habrán tenido que escribir la última página de su historia, como una consecuencia por falta de recursos, mínimas o nulas ventas, gastos operativos que no se detuvieron, y sumado a ello el ambiente generalizado de baja energía como resultado de una economía negada al crecimiento. Pero si algo nos ha caracterizado a los mexicanos en la historia es la fuerza, unión y empuje para salir delante de crisis, levantamientos y hasta desgracias naturales.
Hoy, la Industria Mexicana de Coca Cola está promoviendo de la mano de Pepsico, Kelloggs, Mondelēz México, Herdez, McCormick y Colgate, el movimiento Pequeños Gigantes, que tiene como finalidad impulsar a que más personas compren en la tiendita de la esquina, ayudando a los pequeños negocios y manteniéndose seguros cerca de casa.
En la economía de nuestro país, más de 3 millones de personas dependen de estos negocios y se han convertido en uno de los más susceptibles frente a la desaceleración económica.
Como consumidores, es sin duda alguna no solo es una sorpresa que las dos refresqueras más grandes del mundo estén unidas por una causa, sino un claro ejemplo de que el beneficio social y la estabilidad de las familias mexicanas se traducirán en áreas de oportunidad para cualquier empresa.