Desde noviembre de 2020, Ford Motor Co informó sobre sus planes de construir un nuevo vehículo eléctrico en la planda de Cuatitlán, México, donde ya actualmente se produce el Mustang Mach-E.
En una reacción inesperada, el día de ayer el sindicato United Auto Workers criticó severamente los planes de la compañía de anteponer a la planta mexicana en vez de la de Ohio, dando a conocer que podrían estar violando los compromisos contractuales.
En una carta hecha pública el martes, el vicepresidente de UAW, Gerald Kariem, dijo que Ford tiene la intención de construir un vehículo de próxima generación en México.
“Rechazamos al 100% la decisión de la empresa de anteponer la codicia corporativa y más beneficios potenciales a los empleos estadounidenses y al futuro de nuestros miembros. Esperamos que la empresa cumpla con sus compromisos contractuales con esta membresía y, cuando no lo haga, tomaremos medidas ”, comunicó a través de una carta Gerald Kariem, vicepresidente de United Auto Workers.
El UAW dijo que Ford en 2019, como parte de su acuerdo de contrato de cuatro años, había comprometido $900 millones para la planta en Avon Lake, Ohio, incluido un producto de próxima generación que se agregará en 2023, que según la carta del UAW aseguraría el “empleo en el futuro previsible”.
Ford emitió un comunicado el martes que no abordó directamente las críticas del sindicato, pero dijo en una carta a los empleados el lunes que las condiciones habían cambiado desde 2019.
Una portavoz de la compañía dijo que Ford había invertido más de $185 millones desde 2019 en su planta de ensamblaje de Ohio, incluidos planes para aumentar la capacidad para construir camiones Super Duty adicionales. La planta tiene alrededor de 1,600 empleados representados por UAW.
Otra fuente altamente confiable de AutoForecast Solutions, informó que la automotriz planea para el 2023 lanzar en México la producción de crossovers eléctricos bajo las marcas Ford y Lincoln.
