Yvonne Venegas, fotógrafa graduada del International Center of Photography en Nueva York con una maestría en Artes Visuales en la Universidad de California ha vuelto a Monterrey.
Su regreso es al museo MARCO, donde muestra su trabajo junto con nueve artistas y un colectivo; al brindar una mirada de 360 grados al Nuevo León contemporáneo a través de la exposición ‘Nuevo León: El futuro no está escrito’.
Una mirada a la sociedad sampetrina
Ha explorado diversas capas de la sociedad a lo largo de su carrera, pero su inmersión en San Pedro Garza García la llevó a nuevas profundidades.
Oriunda de Tijuana y residente en la Ciudad de México desde hace 15 años, recuerda con gratitud y emoción su experiencia en Monterrey, un lugar que, “se ha robado un pedazo de su corazón”.
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San Pedro: Un nuevo mundo
El primer encuentro de Venegas con San Pedro fue impactante.
"Cuando yo vine a Monterrey la primera vez y me llevaron a San Pedro, vi un contraste enorme y dije: esto es otra parte de México", comenta.
Acostumbrada a fotografiar la clase media alta de Tijuana, encontró en San Pedro un entorno que le recordaba a sus fotos de Tijuana, pero con un aire de Miami.
Este contraste visual y social despertó su curiosidad, llevándola a investigar cómo funcionaba la ideología y la estructura social de esta comunidad específica.
Un acercamiento paciente y respetuoso
La curiosidad y el respeto fueron los elementos clave para adentrarse al entorno sampetrino y capturar su esencia, a través de la genuina curiosidad por conocer, puso el lente en el lugar adecuado, en el momento adecuado.
"Yo siempre agradezco mucho a la gente que me deja fotografiarla. Siento que es un gesto de generosidad el que me den acceso a sus espacios y a sus vidas", menciona con gratitud.
Este acceso, que comenzó de manera lenta, fue construyéndose a través de relaciones y momentos fortuitos. Desde asistir a un ensayo de baile hasta ser invitada a eventos sociales, Venegas supo aprovechar cada oportunidad para capturar la esencia de la vida en San Pedro.
“No era una curiosidad malévola, siempre era una curiosidad que tenía que ver con construir”, aclara.
Yvonne Venegas
La fotografía social: un lenguaje entrelazado
Venegas, quien inició con la fotografía social en Tijuana, reconoce que este lenguaje está profundamente arraigado en su trabajo. Utilizando un formato medio, similar al que usaba su padre en su estudio fotográfico, buscaba que sus imágenes tuvieran una calidad comercial, pero con un toque de autenticidad.
"Me interesaba lo que ocurre y la presentación que hacemos para lo social, y tratar de buscar momentos inesperados", explica.
Uno de esos momentos se captura en una de sus fotos donde se ve una cámara integrada en la escena, simbolizando la interacción entre la mirada de Venegas y la mirada de aquellos que la observaban mientras trabajaba.
"Me parecía muy interesante ver esta mirada sobre la mirada", reflexiona.
Contribuyendo a la conversación cultural
Venegas se siente profundamente honrada de haber podido aportar a la conversación cultural que se está dando en Monterrey y entre los fotógrafos regios.
Su proyecto, que en un principio era autogestionado, creció hasta convertirse en una obra de alto impacto gracias.
La fotógrafa refleja sobre su experiencia en San Pedro y la considera una de las más ambiciosas de su carrera. A través de su lente, Yvonne Venegas no solo capturó la esencia de un lugar, también amplió las posibilidades del lenguaje de la fotografía social, abriendo nuevas puertas para explorar y reinterpretar la vida y la cultura de un entorno que es de alto interés.
