El sector inmobiliario de Nuevo León, en particular la vivienda vertical, mantiene el atractivo para los desarrolladores por el potencial en densidad poblacional.
Este segmento es resiliente y se espera que el crecimiento siga a la alza no solo en la capital Monterrey, sino en diversos municipios del estado.
La ciudad muestra una tendencia que va en incremento en la renta de departamentos, de forma que representa un área de oportunidad para el desarrollo vertical en la región.
Esto representa una excelente oportunidad para que los inversionistas puedan diversificar su portafolio en un momento en que Nuevo León registra niveles históricos en la venta de vivienda vertical.
Gracias a cambios estratégicos en la economía y su composición se ha logrado llegar a estos resultados, permitiendo sortear los impactos económicos con mayor facilidad.
Además hay una mayor demanda de este tipo de vivienda por parte de la población joven, ya que el PIB per cápita es 75 por ciento superior a la media nacional.
En el tema, Ignacio Torres Zorrilla, cofundador y CEO de 4S Real Estate, explicó que una de las cosas que ha mostrado la industria inmobiliaria es que genera los rendimientos más atractivos en el largo plazo, al estar menos expuesta a la volatilidad, brindar seguridad y plusvalía, de forma que en una crisis los rendimientos prácticamente no se ven afectados a diferencia de otros sectores productivos.
“El mercado ya está recuperado. La pandemia nos duró el segundo trimestre y para el tercero ya está repuesto y se espera que siga avanzando. Las ventas en Monterrey estaban progresando. Este año, si bien vamos a acabar en las 3,000 unidades, el próximo esperemos estar un 5 por ciento arriba en ventas del año 2019”, detalló y dijo que si se desagrega el último cuarto del año pasado, el tercer trimestre de 2020 es el de más ventas en la historia.
Del tercer trimestre de 2019 al mismo periodo de 2020 prácticamente se duplicaron, mientras que del segundo al tercer cuarto de este año ya se ven signos de mejoría.
Además, el regreso a las oficinas impulsará a que las personas opten por reducir sus desplazamientos y buscar viviendas más cerca de sus centros de trabajo, por lo cual ya se está viendo una transformación de la ciudad en cuestión de movimiento, lo que eleva la preferencia por la verticalización.
Esto refleja que el índice de verticalización en Monterrey es superior a 40%, en contraste con quienes buscan una casa; cifra relevante, si se considera que hace una década no llegaba ni a 20%, producto en gran medida de los cambios demográficos y los cambios en la participación de mercado, ya que la proporción de la Población Económicamente Activa en la región es más alta -millennials, centennials y alphas-, contra otras como la Generación X y los Baby Boomers.
Con respecto a la oferta y demanda en la entidad, ésta se encuentra equilibrada, pues el inventario está balanceado y no excede los 24 meses. Otra ventaja es que, con la pandemia, los desarrolladores están aprendiendo a ajustar sus productos, incluso durante la etapa de construcción, para alinearse a las necesidades actuales del mercado.