Valeria Canavati tuvo que pasar por varias desilusiones hasta encontrar su esencia como artista y lo hizo a través del género urbano.
La joven sampetrina actualmente estudia la carrera de Mercadotecnia y Diseño Gráfico en la UDEM, a la par de la ascendente popularidad que ha tenido este año gracias a su incursión en el también llamado reguetón.
Su acercamiento con la música fue desde pequeña. Recuerda una anécdota cuando junto con sus papás, acudieron a un restaurante donde había karaoke y Valeria le dijo a su mamá: quiero cantar.
“Desde ahí mi mamá se dio cuenta que me gusta mucho la música. Siempre quise ser cantante”.
Lo siguiente fue comenzar a estudiar clases de canto y de piano. Era tal la pasión que intentó entrar a American Idol, pero fue un reto que no se pudo concretar.
En el camino tuvo la oportunidad de conocer a Thom Russo, un productor que la ayudó a seguir creciendo como artista. En medio de la pandemia, sacó dos EPs, sin embargo, no tuvieron el resultado esperado.
“Estaba súper triste. No que me haya deprimido pero sí fue como un dolor fuerte porque no estaba funcionando lo que tú le estás metiendo tanto esfuerzo y tanto cariño, entonces cuando no ves los resultados como que te frustras y más porque no estás feliz con la música que estás haciendo”, comentó Valeria.
ENCONTRAR EL RUMBO
Su llegada al género urbano fue tras de reflexionar cuál es la música que quería lanzar y que fuera de su autoría. Valeria recuerda que hizo un playlist con cerca de 30 canciones, que incluían trap, reguetón, house urbano, pero nada de rhythm and blues, que fue lo que comenzó cantando.
“Yo cantaba Whitney Houston, cantaba Beyoncé, cantaba Amy Winehouse, Demi Lovato, estas voces súper poderosas, que a mí me encantaba poder llegar a esas notas, pero cuando yo decía ‘¿cuál es el tipo de música que quiero lanzar y sacar y que sea mía? Y esas no están en la lista”.
Su siguiente paso fue meterse a un bootcamp durante cuatro meses. Encerrada en su closet fue aprendiendo más del género, mejorando y cambiando su técnica, cambiando hacia el nuevo ritmo.
Después se fue a Colombia donde conoció a su actual equipo, Anymal Records, un sello independiente con el que ha sacado hasta el momento 6 canciones.
Incursionar en este género no ha sido fácil sobre todo por los prejuicios y que no hay en México una cultura tan arraigada como en otros países que tienen exponentes de nivel mundial.
“Al principio fue lo más duro, la gente me decía que yo no podía, ‘no puedes hacer reguetón’ ‘los mexicanos no tenemos flow’ o ‘no tienen flow’,me lo dijo alguien de fuera. También productores aquí, porque no está en nuestra sangre y no se puede”.
Pese a ello, tuvo que luchar contra corriente y darse cuenta que realmente no había una exponente femenina en el género urbano en el país, quizá colaboraciones de reguetón con pop, pero nada con las verdaderas bases del estilo.
“No es por moda, es por algo que me nace, a mi siempre me gustaban esos sonidos bien oscuros del trap, tipo Travis Scott, Childish Gambino, Kendrick Lamar, la combinación de Billie Elish, es súper oscura las pistas y la voz de de una mujer”.
El abrir esta brecha en el género representa para Valeria una satisfacción, llegando a crear toda una comunidad que apoya su concepto hasta el grado de ser considerada como “La Diosa V”.
Una de las pruebas de fuego en su carrera llegó recientemente, al ser invitada por Fran a compartir escenario en su presentación en el Machaca Fest celebrado el pasado 25 de junio.
“Siento que ya llegó mi momento, no hay que relajarse, hay que meterle más, ahora te motivas más”.
Será el próximo 12 de agosto cuando Valeria Canavati sumará una nueva experiencia a su carrera cuando se presente en la Ciudad de México como telonera del cantante Dekko.
