La guerra arancelaria sigue siendo una preocupación a nivel mundial, México no es la excepción por las consecuencias que tendría; al ser un arma poderosa, los legisladores de Texas le pidieron a la administración de Donald Trump para que presione al gobierno de Claudia Sheinbaum a cumplir el tratado de aguas que se pactó en la década de los 40’ y afecta en el norte del país.
“El año pasado, una planta de azúcar en el Valle se vio obligada a cerrar debido a los niveles insuficientes de agua”, subrayó la congresista demócrata estatal, Erin Elizabeth Gámez.
¿Cuál es el tratado de aguas entre Texas y México?
El tratado en cuestión se remonta a 1944, donde se dicta que México debe entregar un tercio de los afluentes de ciertos tributarios del río Bravo, lo que equivale a 350 mil acres-pies de agua promedio por año en un ciclo de cinco años.
Ante la escasez de agua que afronta Texas, las pérdidas ascienden a 993 millones de dólares anuales, según revelan datos de la Universidad Texas. Es por eso que el gobierno local publicó un documento donde se señala que México no ha cumplido con sus obligaciones en los últimos 30 años.
“México ha expandido la producción agrícola en el estado de Chihuahua, utilizando volúmenes de agua que exceden lo acordado bajo el tratado”, menciona el documento.
El río Bravo abastece a los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Colorado, Nuevo México y Texas.
“Bajo los términos del tratado, Estados Unidos proporciona a México agua del río Colorado. Deberíamos explorar la posibilidad de restringir o ajustar estas exportaciones como apalancamiento para asegurar que México cumpla con sus obligaciones”, concluyó Gámez.