Desde hace 48 años dedica su vida profesional a la industria de la construcción. Con la experiencia
que representa ser fundador de Casas Javer y Presidente de Grupo Nexxus, hoy encabeza la
magna obra Pabellón M, la cual supera los dos mil millones de pesos; en sus propias palabras,
representa la culminación de su carrera.
Inspirado en su padre Salomón Marcuschamer es graduado de Ingeniería Civil del Tecnológico de Monterrey (generación octubre de 1967). Su padre era de Polonia y su madre rusa, aunque nació en el Distrito Federal, a los tres meses de edad arribó a Monterrey, donde siempre ha vivido.
Apenas tenía seis años cuando por primera vez entró en contacto con la construcción al acompañar a su padre, quien además de ser propietario de una ferretería, construía casas. Recuerda que siempre le fascinó observar con respeto y admiración el trabajo de los albañiles y gustaba de compartir con ellos los inigualables tacos a la hora de la comida.
“El gusto por hacer casas se lo heredé a mi padre, él llegó a construir 16 y siempre me decía que era un ingeniero sin título y que yo era un título sin ingeniero, que en el momento en que hiciera más de 16 casas me convertiría en un ingeniero con título. Empecé con dos casas en Las Cumbres, luego cinco, 10, 20 hasta llegar a 20 mil, aunque la cantidad es intrascendente, pues lo que importa es que para mí Javer es el hijo que nunca tuve, aclaro que tengo cuatro preciosas hijas”, expresó.
¿Qué lo impulsó a tomar la iniciativa de Pabellón M en el centro de Monterrey?
Soy una persona de retos, y cuando vi la oportunidad de hacer algo en esta área de la ciudad, vi un desafío tremendo, pero pensé que era el momento de hacer algo diferente y dejar algo que perdure e identifique a la ciudad. Pienso que hay que volver al urbanismo básico, donde todo gira alrededor del centro, regenerar esta zona que permanentemente he tenido en mente, ya que aunque nací en la ciudad de México, vivo en Monterrey desde los tres meses de edad. Mi casa estaba cerca de la Alameda, así que el centro es muy simbólico para mí. Desde chico he pensado que la ubicación es la mayor de las ventajas que uno puede tener.
¿Cuál es el objetivo central de Pabellón M?
Ser un lugar en donde todo sucede, porque ahí se encontrarán importantes oficinas, un centro de convenciones, un centro comercial, una gran variedad de restaurantes, un hotel de cinco estrellas y un auditorio de primer nivel, queremos que nuestros inquilinos y visitantes encuentren todo en un solo lugar y que además la ubicación sea privilegiada.
Compártanos algunos de los principales retos para cristalizar este proyecto.
Fue muy complejo, porque estamos hablando de que Pabellón M tiene cerca de 20 mil metros de terreno y me costó más de siete años tener estos terrenos, porque la propiedad estaba muy pulverizada. Tuve cuatro arquitectos, cada uno con su idea, pero para mí lo importante era hacer un proyecto completo, que tuviera todo lo que le podía faltar a Monterrey, y entonces elegí a un equipo muy preparado, muy leal para trabajar, para partirse el alma. De los cuatro arquitectos elegí la propuesta del Arquitecto Agustín Landa (QEPD) y su equipo. Sentí mucho su partida, pues fue muy repentina. “Donde estés Agustín, espero que veas este proyecto porque te debo muchísimo, hemos seguido gran parte de tus instrucciones. Siempre te recordaré”.
Háblenos sobre las características de Pabellón M y de las distintas áreas que lo componen.
Es una torre de 50 pisos de altura, cuya estructura es de concreto, es la segunda más alta de Latinoamérica en su tipo, son las oficinas mejor aprovechadas al no tener columnas. El auditorio, para cuatro mil 500 personas, es muy versátil, pues podremos tener todo tipo de espectáculos como conciertos, óperas, teatro, ballet, todo esto con lo mejor en acústica e iluminación. El centro de convenciones, para eventos y congresos, cuenta con espectaculares espacios abiertos, gran altura entre losas y hermosas terrazas al aire libre. El centro comercial tendrá tiendas especializadas y de servicios, además de una variada oferta gastronómica que facilitará la vida de quienes trabajen en la torre y sus alrededores. Además tendremos un hotel de cinco estrellas para quienes vengan de negocios o placer a la ciudad. Todo el proyecto se apega a mis tres principios básicos: ubicación, ubicación, ubicación.
¿Por qué eligió el nombre?
Por tres razones que para mí son igual de importantes en mi vida: por México, que recibió a mis padres con los brazos abiertos; también porque vine a vivir a Monterrey y por mi apellido, por eso tengo muy presente la M.
¿En qué basa su éxito como empresario?
Soy una persona muy audaz, perseverante y me exijo demasiado. Mi padre siempre me enseñó que hay que predicar con el ejemplo, que la cultura del esfuerzo se recompensa. Le exijo mucho a la gente, pero soy el primero que llega a la oficina y el último que se va.
¿Qué mensaje desea dejar a nuestros lectores?
Que realicen todo lo que deseen hacer en esta vida. La vida es muy corta, así que hay que aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Siempre tratar de hacer el mejor de los esfuerzos y al final de la vida estar conforme y contento con lo que uno hizo, y no tener remordimiento de que algo nos faltó.