El suministro de energía en el mundo necesita cambiar de combustibles fósiles a alternativas renovables.
El biogás es una alternativa tan renovable y existe el potencial de aumentar la producción de biogás en el mundo.
En las últimas décadas, muchos países han convertido cada vez más el biogás en combustible para vehículos.
En Nuevo León, el uso de este combustible ha sido utilizado desde hace algunos años por el sistema Metrorrey, gracias al proyecto “Monterrey Cinco”.
Esto convirtió al Metro de Monterrey en el primer tren ligero en ser impulsado por energía generada por desechos.
En el arranque de sus operaciones en 1991, funcionaba con energía eléctrica, y fue hasta el 2006 cuando comenzó este proyecto con bioenergía.
La basura que se utiliza para crear el biogás se obtiene de la planta de relleno sanitario del Sistema Integral para el Manejo Ecológico y Procesamiento de Desechos (Simeprode), ubicado en Salinas Victoria.
¿Cómo funciona?
La planta cuenta con un biodigestor donde se deposita la basura. En el hay una geomembrana que evita se filtren líquidos al subsuelo.
Los desechos se compactan y son cubiertos con una capa de tierra, para formar una loma o cerro.
La basura orgánica se descompone a través de la digestión anaeróbica realizada por bacterias.
