Martha Herrera Secretaria de Igualdad e Inclusión Social y coordinadora del Gabinete de igualdad para todas la personas, Gobierno de Nuevo León
Deseo compartirles mi experiencia como mamá, hija y profesionista; al mismo tiempo, refrendarles que es posible trascender tanto en lo personal como en lo laboral sin perder de vista que lo más valioso que tenemos es vivir momentos de felicidad y plenitud, independientemente del ámbito en que nos desarrollemos.
Las mujeres somos el eje de desarrollo de toda comunidad; por lo que, invertir en nosotras, en nuestros hijos y en nuestras familias, contribuirá de manera significativa en la construcción de una sociedad más inclusiva, con crecimiento económico y desarrollo sostenible.
De acuerdo con el Banco Mundial, la participación laboral de las mujeres en México es del 45%, comparado con el 77% para los hombres, lo que representa una brecha del 32%.
La Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa (AMMJE) ha señalado que, si la participación laboral de las mujeres fuera igual que la de los hombres, el Producto Interno Bruto crecería un 70% más.
Si seguimos a este ritmo, cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres nos llevará 275 años, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas; por lo que necesitamos construir un modelo que potencialice la capacidad productiva de las mujeres, garantice sus
derechos humanos y genere prosperidad.
Además, en el hogar trabajamos casi tres veces más en tareas domésticas y de cuidados no remunerados que los hombres, respecto a la atención de los hijos, a las personas mayores o con alguna discapacidad.
Estas brechas se tienen que cerrar de manera urgente para lograr una inclusión plena, con mayor representatividad y liderazgo en la sociedad; incluidas las responsabilidades de alta dirección, porque está demostrada la productividad y eficiencia en todo lo que hacemos.
Con este propósito y en plena sororidad para juntas alcanzar las metas que nos propongamos, les comparto lo que me ha ayudado para encontrar ese balance en el largo plazo, tanto en lo personal como en lo laboral, que espero sirva a que más mujeres se sumen al mercado laboral y vivan con plenitud en el plano personal y
profesional:
• Trazar un plan de vida y de carrera con objetivos concretos. Ámbitos interdependientes unos de otros, desde mi punto de vista.
¿Qué busco en la vida y en mi trabajo?; diseñar lo que nos gustaría alcanzar en cada uno de estos ámbitos: ¿qué y para qué quiero hacerlo?
• Dar seguimiento a nuestras acciones para saber cómo vamos. Mediante una revisión permanente, alimentar el interés por el aprendizaje y avances en todos los aspectos.
• Si se trabaja en equipo, se llega más lejos que si se camina solo. Organizarnos en el seno familiar y promover alianzas en el ámbito laboral.
• Crear tu propio círculo virtuoso. Construir un sentido de vida con enfoque ético que considere 5 puntos fundamentales: propósito, compromiso, aprendizaje, crecimiento y amor.
• La red de soporte y relaciones es fundamental. Contar con una base sólida a largo plazo de asesoría y apoyo representa el balance necesario para conseguir lo que queremos.
• ¡Todo se puede! Aviéntate, quítate miedos, telarañas, equivócate y levántate. ¡Es momento de cambiar el rumbo en beneficio de todas! Creo en las sociedades más equitativas, inclusivas y justas, donde sin importar el género se garanticen las mejores condiciones laborales para todas las personas.
Es tiempo de retroalimentarnos de las virtudes y talentos que todas y todos aportamos, de nuestros intereses y capacidades, de incentivar la participación; hagámoslo convencidas de que el camino es posible si vamos juntas y nos apoyamos las unas a las otras.
Martha Herrera
Secretaria de Igualdad e Inclusión Social y coordinadora del Gabinete de igualdad para todas la personas, Gobierno de Nuevo León