En 2022, diversos foros económicos y financieros han reforzado la tendencia del nearshoring.
Previo a la pandemia, el entorno global de comercio estaba bajo la “guerra comercial” entre China y Estados Unidos; después, el Covid-19 llegó al mundo; este año, se presentó la guerra entre Rusia y Ucrania.
Con la inercia del entorno de negocios cambiante, todo parece indicar que México mantiene el atractivo para el comercio, incluso resulta el mejor posicionado en diversas métricas del nearshoring.
En términos comerciales, los países emergentes con los recursos naturales y las instituciones adecuadas pueden utilizarlos para ascender en la escala de ingresos. En Bloomberg emplean la categoría “jaguares” para los países emergentes de América (México, Argentina y Colombia); mientras que, para los países asiáticos, “Tigres” (Malasia y Filipinas).
Los aspectos que los posiciona como países relevantes en el nearshoring son la gran cantidad de recursos naturales, costo de energía relativamente más económica en comparación con otros países, una gran cantidad de fuerza laboral abundante, bloques comerciales con países desarrollados y la gran generación de talento.
Previo a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, el país asiático había reforzado su liderazgo en el comercio global basándose en el off-shoring (deslocalización de una actividad comercial), sin embargo, ante el aumento de tensiones entre ambos países, la pandemia del Covid-19 y el vínculo comercial de México con Estados Unidos, se haría una transición hacia el nearshoring (externalización de una producción, pero con el factor de la proximidad).
De manera puntual, el nearshoring en México considera los siguientes aspectos claves: 1) el TLC 2.0 firmado en 2018 entre EUA, México y Canadá (una actualización del previo); 2) una mano de obra más competitiva de México vs China y otros competidores; y 3) el atractivo entorno mundial del ecommerce.
Entre los criterios más relevantes para el nearshoring destacan la gran cantidad de recursos naturales, cambio relativo en balanza comercial, costo de energía “relativamente” más económica, fuerza laboral abundante, bloques comerciales con países desarrollados, entre otros.
Basados en dichos criterios, en el Ranking Mundial del Fondo Monetario Internacional (con Bloomberg), México se ubica en el 2do lugar a nivel mundial, seguido de Malasia.
No obstante, en la métrica específica de nearshoring, México es el primer lugar.
Con el efecto del nearshoring, en los últimos 10 años el GLA del sector inmobiliario industrial ha presentado una TCAC de 10.2%, cifra sobresaliente que, además, incluye una absorción favorable en las regiones del Norte, Bajío y Centro; en la próxima década, se espera una TCAC en la generación de GLA de 4.2%, 3.5 y 2.7% respectivamente.
En las mismas regiones, los niveles de rentas actuales han presentado un aumento de 23.9%, 22.5% y 19.5% vs los últimos 5 años. Para los siguientes años, esperamos un menor ritmo de aumento ante los elevados niveles de inflación.
Previo a la pandemia, el sector de fibras mostraba el punto más atractivo en la ocupación desde su debut y, como efecto del Covid-19, anticipábamos un menor impacto en el sector industrial por diversos aspectos fundamentales no cíclicos respecto a otros sectores. Para 2023, esperamos que dicha métrica mejore incluso en comparación con 2019.