El mejor acompañante que tuvo Mauricio Martínez en la infancia, fue la música. Recuerda que llegaba de la escuela, se quitaba los zapatos y subía al techo de su casa, para cantar a todo pulmón. Y mientras otros niños veían caricaturas, a él le fascinaba el cine musical.
Desconocía en aquel momento que la mayoría de esas producciones provenían de Broadway, y también estaba muy lejos de imaginar que algún día sería el quinto mexicano en protagonizar un musical en la Gran Manzana.
Llegar hasta ahí no fue fácil para el cuarto hijo del matrimonio integrado por un empresario del ramo eléctrico y una maestra de pintura, no fue fácil. Fue hasta que entró a la Prepa del Tec de Monterrey cuando encontró a su tribu en el departamento de Difusión Cultural: jóvenes que como él, amaban el escenario.
Lo que para muchos de ellos era un hobby, para Mauricio Martínez era su vida. Tomó clases de actuación y canto, mientras cursaba el bachillerato, y al comenzar la carrera en el Tec, una de sus amigas obtuvo una beca para estudiar en Berklee College of Music, en Boston.
“Ella fue la que me metió el gusanito de dar el siguiente paso. Pero yo quería irme a Nueva York”, cuenta el artista de 46 años.
EL CAMINO
Audicionó y fue admitido en The American Musical and Dramatic Academy, con media beca de por medio, pero no contaba con la otra parte del recurso. Tocó varias puertas y fue un industrial regiomontano quien desinteresadamente le apoyó con la cantidad faltante.
Luego de concluir su formación en Estados Unidos, y ante la negativa de una visa de trabajo en el vecino país, se mudó a la Ciudad de México para protagonizar musicales como “La Bella y la Bestia”, “Fiebre de Sábado por la Noche”, “Dulce Caridad”, y “Jesucristo Superestrella”, entre otras.
Participó en la primera edición de Operación Triunfo, donde quedó en cuarto sitio, y esto detonó su popularidad en Latinoamérica, sumándose al elenco de cuatro telenovelas de Televisa y una de Telemundo.
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PERSEGUIR EL SUEÑO
Mientras la fama llegaba a Mauricio, en el 2010 recibió un inesperado diagnóstico: cáncer de vejiga. De esta enfermedad, que enfrentó en ‘tres rounds’ más, está en remisión desde el 2018.
“Son experiencias que te vuelven más humano y mejor intérprete porque tienes de dónde ‘agarrarte’ para contar historias, para interpretar mejor a los personajes y canciones”, explica.
El tiempo pasaba y el sueño de llegar a Broadway parecía cada vez más lejano, hasta que en el 2016 recibió la invitación para estelarizar el musical ‘Niños de Sal’, original del dramaturgo regiomontano Hernán Galindo, en el New York Musical Festival.
Al estreno acudió el director del casting de ‘On your feet!’, el musical sobre la vida de Gloria y Emilio Estefan, quien de inmediato lo invitó a audicionar para hacer el personaje del cofundador de la banda Miami Sound Machine.
Le dieron el papel y así, en el verano del 2017 se convirtió en el quinto mexicano que protagoniza un musical en Broadway.
“Fue muy bonito, algo mágico. Recuerdo esa sensación, antes de pisar el escenario, y decir: a partir de ahora, ya voy a ser un artista de Broadway”, recuerda el actor de la serie ‘El Vato 2’, ganadora del Emmy Internacional al mejor programa de USA en idioma extranjero, en el 2018.
CARRERA DE RESISTENCIA
El artista se siente orgulloso de ser un hombre pleno y congruente, que ha logrado el éxito sin hacer cosas que no le gustan o que van en contra de sus convicciones.
“Pude haberlo hecho y no lo hice. Eso es una gran satisfacción, todo ha sido a base de talento, de trabajo y de no quitar el dedo del renglón”, señala Mauricio Martínez, quien recién lanzó su disco “Live in NYC’, grabado en el famoso 54 Below.
Si alguien desea seguir sus pasos, le recomienda que se prepare y asuma el reto como una carrera de resistencia, no de velocidad.
“Que tengan muy claro lo que quieren, porque una cosa es querer ser famoso, y otra muy distinta es querer ser artista. Un verdadero artista se prepara y no deja de estudiar, de crecer, de experimentar. Y que no escuchen la negatividad de mucha gente, si quieren hacer algo, que lo intenten”, agrega.
Actualmente, Mauricio Martínez vive en Nueva York, la ciudad donde siempre quiso estar y tiene muchos planes que espera concretar: regresar a la televisión, hacer cine, grabar más discos, producir obras musicales y retomar su debut en el West End de Londres, que la pandemia frustró.
A ese niño que subía a la azotea a cantar, le diría que enfrentará muchas batallas, pero que no desista.
“Que llegará el día en que se sentirá muy orgulloso de ser un hombre íntegro, que luchó toda su vida por cumplir sus sueños, contra viento y marea”, dice.
Y sí, ese día ya llegó.