En el corazón de Monterrey, una ciudad conocida por su pujante industria y su vibrante economía, un pequeño espacio busca romper moldes y conectar a las personas a través de la música y el arte.
Alejandro Elizondo, socio fundador de Las Dunas Record Café, comparte su visión como emprendedor y amante de la música: construir un refugio donde las ideas, las melodías y las pasiones se encuentren.
Un refugio para melómanos y creativos
“Queremos ser un lugar para quienes aman la música, para quienes buscan algo diferente a los algoritmos de Spotify y desean descubrir lo nuevo, lo inesperado”, dice Alejandro.
Inspirado por la experiencia de las tiendas de discos tradicionales, Las Dunas ofrece un espacio donde los clientes pueden explorar vinilos raros, conversar sobre artistas como Frank Zappa y descubrir tesoros musicales que quizá nunca hubieran encontrado de otra forma.
Pero Las Dunas no es solo una tienda de discos; es un ecosistema creativo. Además de vinilos, el lugar integra una cafetería y es, en otra ubicación un estudio de grabación, uniendo diferentes aspectos de la cultura. Alejandro recalca que la música debe nacer de la pasión, no de intereses comerciales:
“Si lo haces por dinero, el resultado no está chido. La música hecha con amor siempre tiene algo único”.
Live Sessions: Documentando el talento local
Desde antes de abrir el café en noviembre de 2023, Las Dunas ya tenía una misión clara: apoyar a los músicos locales. Las live sessions nacieron como un esfuerzo para capturar presentaciones en vivo y ofrecer una plataforma accesible para artistas emergentes.
“Hay quienes dicen que ya no hay música nueva, pero no es que no exista, es que dejamos de buscarla”, reflexiona Alejandro.
Estas sesiones, grabadas en el estudio, se han convertido en un vehículo para conectar a artistas y audiencias, generando nuevas oportunidades de colaboración en la ciudad.
El café como punto de encuentro
La idea de integrar una cafetería al proyecto surgió de su esposa Bianca Villarreal y su socia Brenda Campos.
“Queríamos que fuera más que una tienda, un espacio donde las personas pudieran sentarse, conversar y crear conexiones”, explica Alejandro. La sociedad es completada con Luis Campos.
La carta incluye bebidas cuidadosamente elaboradas y un menú que pronto ampliarán con opciones saladas, todo pensado para fomentar la permanencia y la convivencia.
Este primer año ha sido de aprendizajes y desafíos. Alejandro señala que, aunque la respuesta del público ha sido positiva, hay una curva de aprendizaje al entender el mercado y ajustar la oferta:
“Queremos ofrecer precios justos y trabajar con disqueras independientes para traer propuestas frescas”.
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Una misión: Transformar Monterrey en un semillero cultural
La pasión de Alejandro va más allá de Las Dunas. Su objetivo es que Monterrey, y particularmente San Pedro, se convierta en un semillero de talento musical y artístico.
Reconoce que hay retos, desde la falta de apoyo económico hasta el conformismo cultural, pero cree que las nuevas generaciones tienen el potencial de marcar la diferencia.
“La gente debe aspirar a algo diferente. No se trata de ser famoso, sino de hacer algo relevante, auténtico. Monterrey puede ser un referente si todos, desde artistas hasta empresarios, trabajamos juntos para impulsar la cultura”, asegura.
Alejandro cita una frase de Brian Eno como guía en su camino:
“Lanza tu dardo y deja que el tiro al blanco se forme alrededor de él”. Esta filosofía encapsula su visión: crear con pasión y autenticidad, dejando que el impacto surja naturalmente.
Con proyectos como la expansión del menú de la cafetería, más live sessions y el lanzamiento de nuevos artistas bajo el sello Las Dunas Récords, Alejandro Elizondo y su equipo buscan consolidar un espacio que inspire a una ciudad entera. Para ellos, la música es más que un negocio; es una misión de vida.