Silvia Marcela Martínez Morales
Extensión Comunitaria Frater Laguna A.C. Operadora Escolar.
EDUSER Reforma A.C.
Miembro de la Red ESR Laguna.
Las empresas que invierten en el bienestar de las familias de sus colaboradores impactan directamente en el futuro del país.
En México vamos tarde en generación e implementación de iniciativas que contribuyan a fomentar la buena crianza. Se suele creer que este no es un tema público, pero ya algunos países demuestran lo provechoso que es para la economía familiar, la productividad, lealtad laboral y la comunidad, el aplicar políticas que promuevan y garanticen un sano balance entre el trabajo y la familia.
Cada vez más centros de trabajo se interesan en el tema, y aplican su creatividad para modificar sus modalidades y políticas laborales ofreciendo facilidades a padres y madres, no solo en tiempos de trabajo flexibles y a distancia, sino integrando espacios para facilitar la supervisión de los hijos mientras se trabaja.
Nuestros legisladores también han mostrado interés en el tema familiar presentado propuestas para ampliar permisos de paternidad y ajustar jornadas laborales; sin embargo, aún hay que realizar una gran labor de convencimiento y sensibilización para que los líderes de las organizaciones se convenzan de la relevancia de permitir y promover que sus colaboradores ejerzan estos posibles derechos.
Recientemente, una escuela primaria de la región lagunera, con una plantilla de casi 400 alumnos que comparten contextos vulnerables económicos y sociales, reveló que en este ciclo escolar 2022-2023, la asistencia de padres de familia para atender temas relacionados con sus hijas(os) ha ido a la baja.
Sólo entre el 30% y 40% de los padres de familia hacen presencia, el resto manifiestan no poder acompañar a sus hijas(os) en sus actividades escolares, escuelas para padres, citas e incluso seguimientos externos relacionados con salud física y emocional ya que no cuentan con el apoyo de sus empleadores para permisos.
Para las instituciones educativas, esto es una tragedia social con tendencia a empeorar. Diariamente las escuelas atestiguan este “abandono involuntario” y las afectaciones derivadas en los infantes y jóvenes.
Observan el deterioro de autoestima, la generación de conductas autodestructivas que luego se proyectan hacia compañeros y permiten pronosticar limitaciones graves para que el futuro individuo sea capaz de vivir una exitosa y satisfactoria vida personal, laboral y social.
Si cuatro de cada diez niños están viviendo esta ausencia parental, no por falta de interés, ni mucho menos de amor por parte de sus padres, madres o tutores, sino porque se encuentran en la difícil posición de elegir entre trabajar y convivir familiarmente. ¿Puede imaginar el gran desafío que se nos avecina como sociedad?
¿QUÉ SE PUEDE HACER?
Se pueden iniciar acciones inmediatas no onerosas que faciliten a padres y madres tomar sus responsabilidades, fomentar la buena crianza e igualar las condiciones para una equitativa posibilidad de desarrollo laboral entre quienes ejercen su paternidad/maternidad y quienes no tienen esta situación, por ejemplo: Conocer la situación de cada trabajador(a) a su cargo para tomar decisiones como flexibilizar sus entradas y salidas o la posibilidad de trabajar en una modalidad a distancia o mixta. Esto les motivará mejorando su rendimiento y fortaleciendo su lealtad.
Garantizar cargas adecuadas de trabajo, no solo para ser realistas en el alcance de los objetivos y rendimiento, sino para que las y los colaboradores terminen su jornada a tiempo, con sentido de logro y la mente despejada para disfrutar de sus familias. Respetar los tiempos de descanso, permitirles desconectarse del trabajo, así sabrán que si los contactas fuera de horario, se trata de una verdadera urgencia.
Cuando inicie con estas pequeñas acciones y note lo provechoso que resultan para la organización, podrá aventurarse a la creación de políticas o alianzas con terceros que sean un apoyo para su equipo de trabajo en el ejercicio de su paternidad/maternidad y vida familiar, así podrá tener la satisfacción de cumplir sus propios objetivos organizacionales y a la par, fortalecer a la conformación de una mejor sociedad al favorecer a las infancias y adolescencias.
