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noviembre 23, 2024

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Kiko Lobo, por el camino de la creación

Además de lanzar el primer sello discográfico independiente de México, para el género pop y rock, Kiko lobo es un amante de la innovación y la tecnología

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La suya es una mente inquieta, apasionada y polifacética. Es empresario, productor, programador, innovador y hasta DJ, pero sobre todo, se identifica como creador. Su nombre es Francisco Lobo de la Garza, pero es conocido como Kiko Lobo.

Tiene 45 años y es el CEO y fundador de Grupo Movic, un conjunto de empresas que giran alrededor del entretenimiento, la tecnología y la innovación. Creó, fundó y dirige también, desde hace cinco años, el XLAB de Protexa, un centro de investigación y desarrollo donde se trabaja en la creación de nuevos productos y servicios, así como en la mejora de procesos actuales.

 “Mi principal logro es tener la oportunidad de crear cosas y el privilegio de trabajar con los mejores talentos del mundo para entregar nuestro granito de arena al universo”

Kiko Lobo

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LA MAGIA DEL SHOW

Kiko Lobo cuenta que fueron las personas y las experiencias quienes lo inspiraron a convertirse en quien es hoy.

“Poner mis propias reglas, no pedir permiso y hacer que las cosas dependan de mí y que sucedan, fueron factores que me motivaron a convertirme en empresario”, dice.

 La industria del entretenimiento, comenta, es una fábrica de emociones: nada se compara a ver las sonrisas de las personas cuando disfrutan de una producción que toca sus sentidos.

 “Me impacta la capacidad del espectáculo y la tecnología para tocar la vida de las personas y el poder de crear emociones a través de una experiencia. Es algo mágico”

Kiko Lobo

Supo que quería ser parte del show business y de la tecnología cuando asistió al Tour Dangerous de Michael Jackson, en la Ciudad de México. Esta mega producción musical y un show de luces de Epcot Center, en Florida, fueron determinantes en su vocación.

SU PRIMER EMPRENDIMIENTO

 A los 17 años lanzó su primer emprendimiento, Láser Motion, que consistía en rentar equipos de láser, que él mismo armaba, para eventos y shows. El montaje requería de 10 a 12 horas y varios días de programación. “Por esas mismas fechas, también empecé a aprender a grabar música.

“Tomé varios cursos de ingeniería en audio, pues siempre me llamó la atención la fusión de la tecnología con el entretenimiento. A mí, en lugar de ir a las fiestas a bailar, me gustaba subirme a la cabina del DJ a tocar música, y desde entonces empecé a coleccionar vinilos, aunque en ese entonces los DJs no eran famosos”, señala.

Sus padres, María Irma y Humberto, fueron sus mentores en sus inicios como empresario. Cuenta que le inculcaron una cultura de trabajo centrada en la calidad y la atención al detalle, siempre con una dosis de realidad. Tras varios años de rentar equipos de láser y producir show de luces, dio el siguiente paso: montó un estudio de grabación sencillo, donde muchas bandas y solistas grababan sus demos.

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También creó una agencia de management de artistas. “Así nació Movic, el primer sello independiente de México para el pop y rock”, señala. Además de construir uno de los estudios de grabación más importantes de Latinoamérica, para hacer las mejores producciones de clase mundial, cuenta con un área de tecnología (Movic Tech) para crear apps y desarrollos para la industria de retail (OWI/Ventus) y de aeronáutica (FlashPass).

Hoy, Movic Records tiene planes de internacionalización muy ambiciosos, que incluyen una gira por Estados Unidos y Europa de Los Claxons.

EMPRENDER Y RESOLVER

La faceta de emprendedor es complicada, y los retos nunca se acaban, dice Kiko. Resolver problemas es el pan de cada día, por eso es importante que haya pasión y cariño por lo que se hace.

En la ruta del emprendimiento, hay que sobrevivir a muchos errores y aprender de ellos sin desanimarte, comenta, así como mantener la motivación del equipo y estar al día en la rápida transformación del medio donde se desenvuelven.

Kiko Lobo se considera un hombre muy familiar. Está casado con Myriam Salas, también emprendedora, y tienen cuatro hijos. Para ser más productivo en su trabajo, primero termina con lo rutinario, para darle prioridad a idear y crear valor para sus clientes.

Si pudiera regresar el tiempo, a sus inicios como emprendedor, se diría que todo aquello que pensaba que iba a salir mal, no salió mal. Hoy sabe que hay que ocuparse, más que preocuparse.

“Y algo más específico: ¡No seas güey! ¡El reguetón sí va a pegar y los festivales son una gran idea! ¡Do it! Y empieza ya con la unidad de tecnología, porque esperé muchos años para hacerlo”.

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