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noviembre 22, 2024

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Julio Cepeda, el campeón nacional de ciclismo convertido en empresario

Don Julio Cepeda es reconocido por su gran imperio juguetero, sin embargo, pocos conocen su pasado como ciclista profesional, talento que lo llevó a competir en las Olimpiadas de Finlandia.

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Julio Cepeda fue campeón nacional de ciclismo en 1951

Don Julio Cepeda nació el 20 de diciembre de 1932 en Monterrey, NL. Fue hijo único, su padre abandonó a su madre cuando él tenía apenas seis años, quedándose solos con su abuelo materno.

A temprana edad inició su vida laboral vendiendo periódico y boleando zapatos en la estación ferrocarrilera, en la esquina de Cuauhtémoc y Colón (años más tarde esta misma esquina pasaría a sus manos, al adquirirla para instalar su primera juguetería Julio Cepeda).

Platica que estudiaba primaria, y en las tardes y fines de semana se dedicaba a trabajar: “de ese sustento nos manteníamos”. Con el tiempo ensambló su primera bicicleta e incursionó como mensajero, entregando flores y pedidos a quien se lo solicitara.

“Lo más importante en una empresa es que a uno le guste el área a la que va encaminada y conocer lo que va haciendo. Además del interés y ambición de salir adelante”.

Su vida en el deporte

Desde pequeño mostró interés por los deportes, gozaba jugar beisbol y ver los partidos de los Sultanes.

Recuerda que a los 16 años comenzó a laborar en una fábrica de muebles, era 1 de noviembre y se estaban levantando firmas para no trabajar en la tarde, uno de sus compañeros iba a darle un “aventón”, pero éste le dijo: “yo si voy a trabajar, porque el mayordomo me dio un destaco (una tarea que si se concluía, había un incentivo); como le dije que me quedaría, me empujó contra una máquina y me corté los cuatro dedos de mi mano derecha”.

Por esa razón tuvo que resignarse a dejar el beisbol y buscar otro deporte. Encontró en el ciclismo una oportunidad que fue parteaguas en su vida.

Empezó a participar en carreras en la Alameda Mariano Escobedo, lugar donde participantes de diferentes colonias competían hasta tener a un ganador. Él fue campeón y obtuvo una bicicleta como regalo.

 Después comenzó a competir en un nivel más avanzado, hasta llegar a convertirse en campeón nacional.

Julio Cepeda en competencia
Julio Cepeda en competencia

En 1950 el Campeonato Nacional de Ciclismo se celebró en Monterrey, resultando ganador Ángel Romero El Zapopán, proveniente de Guadalajara. Un año después se celebró en aquella ciudad, y en esa oportunidad Don Julio fue el triunfador.

Posteriormente representó a México en las Olimpiadas de Finlandia, fue a los Campeonatos del Mundo en Luxemburgo y Centroamericanos en 1954. Participó en muchas competencias. En total dedicó 12 años de su vida al ciclismo, retirándose en 1958, para estar con su esposa y emprender un viaje que le cambiaría la vida.

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El inicio del negocio

Simultáneamente al ciclismo Don Julio trabajaba en un negocio ubicado por la central de autobuses en Colón. Ahí aprendió sobre la compra y venta de refacciones de bicicletas. Recuerda que en ese entonces las importaban de Inglaterra e Italia.

 “Me llegaban desarmadas y yo las ensamblaba, y luego las vendíamos”. A sus 22 años y con el conocimiento que lo había ligado al mundo del ciclismo, decidió abrir su propio taller en la colonia Industrial. “Empecé con ventas de más refacciones, bicicletas y triciclos”.

Don Julio Cepeda

Considera que lo más importante en una empresa es que “a uno le guste el área a la que va encaminada” y empiece a conocer lo que va haciendo. Además de tener el interés y ambición de salir adelante, valor que aprendió gracias al deporte.

 “Me gusta disfrutarlo en compañía de mis tres hijos”. Con su señora tuvo cinco hijos, de los cuales una murió hace 20 años y otro hace un año y medio.

Los retos de en 1994

“Ahorita los tres que me quedan me están ayudado a salir adelante con la empresa”. Sin dejar atrás a todo el personal, puesto que está consciente de que sin ellos, no se hubiera podido llevar a cabo este logro. Sin duda, recuerda que la etapa más difícil que afrontó fue la devaluación de 1994, la cual se dio a conocer el día de su cumpleaños, el 20 de diciembre.

 “Con ese regalo me recibieron”. Todo 1995 fue muy tenso, debían mucho dinero y batallaron para sortear la contingencia, “fue un año complicadísimo”.

No obstante, y con la ayuda de Dios, el negocio siguió a flote. Su fórmula de éxito ha sido realizar su trabajo con mucho cariño, empeño y dedicación. “Creo que los empresarios nunca estamos conformes de haber llegado a lo mejor, siempre queremos más y más”.

La tecnología en Julio Cepeda

Asimismo, el uso de la tecnología ha sido un factor que ha favorecido al negocio, ya que lo ha ayudado a controlar los inventarios, descargar los productos, llevar las cuentas por cobrar y todo lo que antes se debía hacer manualmente.

Don Julio es un hombre disciplinado, todos los días se levanta temprano para irse a trabajar. En punto de las 8:00 am se le podrá encontrar en la juguetería, tomando decisiones y al pendiente de todos los movimientos.

Los fines de semana anda en bicicleta, recorre 15 kilómetros en 40 minutos. “Mi más grande pasión es el ciclismo, fue un detonante para echar a andar este negocio”. Se considera una persona feliz ya que el simple hecho de estar vivo es un motivo para serlo.

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