La sangre llama, dicen, y suele pasar que para las mentes creativas, también la ciudad de origen. Es el caso del escritor, productor, actor y Director Gabriel Nuncio. Un crimen que sacudió a la comunidad regiomontana en 2006 inspiró su ópera prima, Cumbres, y ahora es el escritor y productor, en dupla con Diego Enrique Osorno, de la serie Sierra Madre, recién estrenada en una plataforma de streaming.
“No es que sea mandatorio, pero sí me siguen atrayendo las historias que pasan acá”, revela el creador, a quien también se le recuerda por su interpretación de El Doc, en la serie Luis Miguel.
Hijo menor del escritor Abraham Nuncio y la galerista Martha Flores, el actor, productor y director de cine de 44 años cuenta que desde niño escribía cuentos. Su inquietud por el séptimo arte se alimentó por tres vías: la amistad de sus padres con Irma Salinas Rocha y Carlos Ortiz Gil, cinéfilos que le dieron acceso a su vasta colección de películas, así como la apertura de la Cineteca de Nuevo León y el cine club Pegaso.
“Hoy, si quieres ver algo lo consigues en minutos, pero en los años 90 era una aventura”, recuerda el también protagonista de El comediante, película que se estrenó en Netflix hace tres años y en la que también participó como guionista y director.
ETAPA FORMATIVA
Si bien deseaba hacer carrera en las letras, como su padre, al terminar la prepa en el Tec de Monterrey se inscribió en la licenciatura en Derecho, donde permaneció sólo un semestre. Después decidió estudiar Comunicación en la U-ERRE, pero siempre atento a trabajar en temas relacionados con el cine.
A los 19 años recibió la primera invitación para laborar como coordinador de producción de un cortometraje, donde descubrió que el cine es colaboración. Había por lo menos 70 personas que resolvían desde temas de permisos hasta narrativas y encuadres. Luego surgió la oportunidad de cursar un taller de dirección actoral en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba, con Marketa Kimbrell, viaje que solventó con la rifa de una obra gráfica del pintor Gerardo Cantú, amigo de la familia.
Fue una experiencia determinante, ya que Kimbrell, maestra de Lengua en la Universidad de Nueva York, le ofreció tomar clases gratuitas en la Gran Manzana. Aceptó la oferta y, luego de obtener ingresos en la producción de videos musicales para bandas gruperas, llegó al vecino país en 2002.
“Paseaba perros para juntar un poco de dinero. Era complicado, a veces prefería caminar 60 cuadras en lugar de pagar un boleto del Metro”.
Gabriel Nuncio
Mientras la mayoría de sus compañeros de clase estaban convencidos de hacer carrera en el cine, Gabriel reconoce que para él significaba una posibilidad lejana. Eso sí, se involucró en todos los proyectos que pudo. “Pasé buena parte de mis 20 en eso, en aprender, era un ‘sí’ a todo”, dice Gabriel, quien se declara seguidor de la comedia negra y los dramas con crítica social.
En 2004 participó en el área de producción del cortometraje Victoria para Chino, de Cary Fukunaga, que se presentó en el Festival de Sundance.
EN CASA
Ya con más conocimiento, pero sin haber experimentado un sentido de pertenencia en el ambiente cinematográfico de Estados Unidos, se mudó a la Ciudad de México en 2006 para trabajar en la productora Canana, de Diego Luna y Gael García Bernal.
Tras encontrarse con amigos de la etapa estudiantil que daban sus primeros pasos en el cine mexicano, Gabriel Nuncio se integró a varios proyectos como productor y en 2013 llegó el largometraje Cumbres, su ópera prima como productor, escritor y director.
Justo después, con un grupo de colegas crea la Agencia Bengala, dedicada al desarrollo y creación de contenidos para cine, televisión y multimedia. Vaquero del mediodía y El norte sobre el vacío, ganadora del Ariel a mejor película, fueron algunos de sus primeros proyectos. También coprodujeron Ya no estoy aquí, filmada en Monterrey.
SIERRA MADRE
Precisamente, desde Bengala, en alianza con Warner Media, surge Sierra Madre, la nueva serie que se estrenó el 21 de abril en HBO Original. La serie se anuncia como una historia que cuenta “las intrigas al interior de una próspera comunidad que busca preservar el oasis de paz que ha logrado establecer en medio del horror”. “Retrata a una comunidad en una situación estridente”, agrega Gabriel Nuncio
Si bien se le han adjudicado nombres y apellidos de personalidades sampetrinas a algunos personajes, Gabriel advierte: “Cualquier realidad, una vez que pasa por la lente de la ficción, se resignifica y se convierte en eso, en ficción”.
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El proyecto se gestó durante 10 años, periodo que en términos cinematográficos no significa una sorpresa. Gabriel recuerda lo dicho por Guillermo del Toro: “El estado natural de una película es no hacerse”. Los guiones se trabajaron y pulieron durante años y tuvieron que modificarse por cambios administrativos y ajustes de producción, además de que se atravesó la pandemia. Por fin, llegó el estreno hace unos días. “Ojalá y logre conectar con la gente”, dice Gabriel Nuncio
Mientras tanto, trabaja en un proyecto vinculado nuevamente a Monterrey. “Lo que viene es seguir haciendo proyectos y seguir teniendo la posibilidad de contar historias que me inquietan, me dan curiosidad, me trastocan”, menciona,
