Contar una historia a través de la fotografía es una labor que requiere de mucha pericia. Por más de una década, la ingeniera industrial, Delia Cerda, ha ganado la experiencia necesaria para cumplir con esta misión al identificar las necesidades de sus clientes, reunir el equipo técnico necesario y manteniéndose receptiva de las nuevas tendencias de consumo.
Es así como ha logrado evolucionar y explorar nuevos horizontes. Por ello, ha tomado la decisión de involucrarse más con la fotografía empresarial y corporativa, ofreciendo sus servicios en rubros como el de alimentos, comercio, construcción, hotelería, restaurantes, turismo e incluso en el sector maquilero.
“Mi objetivo es que se pueda aprovechar no solo mi experiencia, sino mi perfil como ingeniera industrial. La formación que tuve me permite visualizar claramente las necesidades de las empresas y la mejor forma de presentar sus productos y servicios”.
Su estudio está ubicado en una zona privilegiada de la ciudad, dentro de la Fiesta Plaza San Agustín. Es aquí donde la magia comienza, pues cada espacio está adaptado para poder tomar fotografías de los equipos de trabajo o de los productos.
Evolución de la fotografía de producto
La visión de Delia es que cada captura proyecte la esencia de las empresas, porque en sus palabras “no tiene que ser fría, al contrario, puede ayudar a contar una historia, generar confianza a través del arte”. Para poder cumplir con esta misión, Delia cuenta con planes que se adaptan a las necesidades de cada cliente. Pueden ser mensuales, bimestrales o semestrales y la idea es estar tomando fotografías para que los creadores de contenido tengan material y puedan emplearlo en diferentes áreas, como las redes sociales o para uso interno. Por ello, realizan diferentes coberturas de los eventos como congresos, retiros, capacitaciones o cualquier otro tipo de actividad.
Su gran diferenciador a la hora de desarrollar cada proyecto es su disponibilidad para escuchar al cliente y entenderlo. Delia se enfoca en observar, identificar las tendencias, basarse en su experiencia y creatividad y hacer uso de los recursos disponibles para poder hacer una propuesta adecuada. Ha sido esta estrategia la que la ha mantenido en el gusto de sus clientes por más de una década, ganándose su confianza.
“Mis clientes me ubican y me recomienda, por ello busco siempre su satisfacción y que me sigan percibiendo de una forma muy positiva. El que ellos se queden a gusto con el trato es lo que los hace regresar y recomendarme”.
Delia seguirá dedicándose al estilo que la ha consolidado como bodas, quince años, sesiones temáticas y estilo de vida. Pero su apuesta a corto paso es que la industria voltee hacia ella y le permita plasmar su creatividad en este giro.
Para un producto no hay límites
Delia sabe que para mostrar un producto pueden existir muchas formas: desde lo básico con fondo de color y en estudio hasta transmitir una experiencia dentro de su propio contexto. Pueden hacer fotografías de exterior con drones o contratar modelos gracias a sus convenios con agencias.
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