En 1997, Monterrey vio nacer un proyecto culinario que marcaría un antes y un después en la escena gastronómica de la ciudad: Pangea.
Este ambicioso restaurante fue fundado por el chef Guillermo González Beristáin, quien llegó a la ciudad tras acumular una valiosa experiencia en las cocinas de Estados Unidos y Europa, acompañado por su socia Cristina Arechavala, hoy directora administrativa de Grupo Pangea.
Juntos, tenían una visión clara: construir un concepto único que uniera innovación, calidad y excelencia en todos sus aspectos.
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Su primer local
El primer local de Pangea, ubicado en la avenida Bosques del Valle, enfrentó el reto de posicionarse en un mercado competitivo, pero su propuesta destacó rápidamente gracias a la armonía entre su carta, un equipo altamente capacitado y un ambiente diseñado para brindar experiencias memorables.
Desde sus inicios, la constante innovación ha sido la clave para mantener el interés y respaldo de sus comensales.
Nuevos caminos
Un momento clave en la evolución de Pangea llegó hace casi siete años, cuando Eduardo Morali, un chef joven pero talentoso, se unió al equipo.
Según Guillermo González, en su libro Pangea: 25 años, Morali se caracteriza por su habilidad de combinar técnicas tradicionales con enfoques modernos, lo que ha aportado frescura y creatividad a la cocina del restaurante.
En 2018, Pangea tomó otro paso trascendental al mudarse a Plaza Arboleda, su actual ubicación. Este nuevo espacio permitió redefinir la experiencia para sus visitantes, consolidando su reputación como uno de los restaurantes más importantes de México.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil; la pandemia de 2020 representó un desafío histórico para la industria, y Pangea no fue la excepción. Aun así, logró superar la adversidad gracias a su sólida base y compromiso con la calidad.
Actualidad
Hoy, con una estrella Michelin y un legado de 25 años, Pangea se posiciona como un referente no solo en Monterrey, sino también en la escena gastronómica internacional.
Este reconocimiento no solo es un reflejo del esfuerzo y la pasión detrás del proyecto, sino también de su capacidad para reinventarse constantemente. Si aún no has tenido la oportunidad de conocer Pangea, esta historia es una invitación a descubrir un lugar donde tradición e innovación se encuentran en cada plato.
